Sobreviviendo

Vives en los muros de esta grande casa
en el cemento que sostiene sus ladrillos,
suenan tus pasos como los trenes
y yo, afónica llamándote a gritos.
Cada crepúsculo quisiera verte.
Dentro de ella se hace largo el día,
veo la soledad y unas cuantas cortinas
que hacen que me sienta sin presente.
Te espero con anhelo en cada estación,
viéndote en los minutos de un reloj
que no deja de abrir y cerrar sus párpados...
Siempre me duermo preguntándome
si rozaré por un día tu boca de agua,
o seguirás desvaneciéndote en la arena.

 

Que preciosidad de poema, que metáforas tan bellas y que imagenes tan certeras, me has emocionado con tu desgarradora pero delicada melancolía querida amiga Sofía. Abrazote de colores para ti y un beso de propina: MUAK. Paco.

 

Un abrazo Paco, gracias por acompañar mi poema.