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Sociedad Canibal. Capítulo 16.

Tema en 'Relatos extensos (novelas...)' comenzado por Kwisatz, 27 de Febrero de 2022. Respuestas: 2 | Visitas: 323

  1. Kwisatz

    Kwisatz Poeta recién llegado

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    CAPITULO 16​

    A Luke le faltaba el resuello. Llevaban horas corriendo, o más bien intentándolo, huyendo como alma que lleva el diablo de aquellos asesinos sanguinarios que no les concedían tregua alguna.
    Jane corría de su mano todavía sin reaccionar. Ignoraban cuál había sido el final de Mike, pero casi con seguridad había sido trágico.
    De todos modos, en esos momentos, a Luke lo único que le urgía era saber si fruto de la tortura había delatado su huida en última instancia.
    Mike era un buen hombre, no le cabía duda. Pero conocía los efectos que la tortura tenía sobre la gente. En realidad, lo raro sería que finalmente hubiera permanecido callado.
    No, pensó Luke, no debo crearme falsas esperanzas. Lo más probable es que Ed y su banda sigan tras ellos. No puedo relajarme.
    En ese momento cayó en la cuenta de un gran error que había cometido en su huída. Las huellas. Había dejado un rastro tan nítido que hasta el más torpe rastreador lo sabría seguir. Era demasiado tarde para rectificar lo hecho, pero estaba claro que de algún modo tenía disimular sus huellas de ahora en adelante.
    Luke miró a su alrededor. Se le ocurrió que si conseguía atarse a la suela de su calzado algún objeto irregular que distribuyera el peso de sus pisadas conseguiría que el rastro resultara menos evidente.
    Por desgracia en aquel páramo desierto no es que abundasen las opciones. Finalmente se decantó por probar su idea usando una mata de esparto, una de las pocas especies de plantas capaces de sobrevivir en ese entorno tan hostil.
    No fue sencillo, pero finalmente consiguió una escobilla decente para cada pie. Comprobó con satisfacción que el resultado era el esperado y procedió a fabricar un par de escobillas adicionales para Jane.
    Cuando acabó había transcurrido al menos una hora y el sol se empezaba a ponerse en el horizonte.
    Pronto caería la noche y la temperatura bajaría abruptamente. Luke calculaba que a lo sumo les quedaba una hora de sol.
    Siguieron caminando hasta que la noche cayó sobre ellos y el cielo se preñó de estrellas. Luke había dirigido sus pasos todo ese tiempo hacia una formación rocosa que había logrado divisar en la lejanía antes de que la luz los abandonara.
    No debió calibrar bien la distancia porque por momentos temió haber equivocado el rumbo. Sin embargo esta vez la fortuna los acompañó, y ya en noche cerrada arribaron a su destino. Al poco encontraron un hueco en la mole de roca el que resguardarse del frío y las miradas.
    Empezaba a hacer frío y no poseían ningún útil con el que hacer un fuego. De todos modos, por más apetecible que fuese, encender una hoguera no era una buena idea si lo que pretendían era ocultarse.
    Abrió la bolsa de provisiones y cogió un puñado de insectos. Ofreció hacer lo mismo a Jane, pero seguía en estado catatónico.
    Luke la miró con preocupación, pero no insistió. Comió masticando lentamente su magra ración y dio un sorbo a la cantimplora.
    Al finalizar contempló con desesperanza la bolsa de víveres. Era tan escasa… Por más que la racionaran iba a ser difícil que pudieran estirarla las dos semanas que supuestamente les separaban de la granja que Mike les había indicado.
    Qué más da, se dijo. Ahora la única prioridad es intentar sobrevivir para ver un día más.
    Hecha esta reflexión volvió a fijarse en Jane. Se había acurrucado en un ovillo cerca de una de las paredes de piedra con los ojos cerrados intentando dormir. Estaba temblando de frío. A Luke se le encogía el corazón cuando la vio así, como una niña desamparada. Se prometió a sí mismo que protegería de ella aunque le fuera la vida en ello. Era lo único que tenía en el mundo, lo único que le importaba.
    Luke se aproximó hacia ella silenciosamente para no despertarla. Al no llevar ninguna prenda de abrigo a Luke se le ocurrió que podrían dormir pegados para retener mejor el calor de sus cuerpos.
    Se situó junto a ella y suavemente pasó un brazo por encima para abrazarla. En cuanto notó el roce, Jane reaccionó casi de inmediato saliendo de su abandono y se lo sacudió de encima sobresaltada poniéndose en pie tensa y hecha una furia.

    -¡¿Qué haces?!
    - Yo…yo… -es lo único que acertó a decir Luke.
    - Estabas intentando aprovecharte de mí, ¿cierto?
    - N.. ¡No!
    - ¡No me mientas! Sé muy bien lo que buscas. Todos hacéis lo mismo. Pero escúchame bien esta vez no va ocurrir ¿te enteras?
    - Espera, espera, cálmate, yo…
    - ¿Qué me calme? ¡¿Qué me calme?!
    - Escucha, no es… lo que piensas.
    - ¿Ah no? ¿Me quieres decir qué es entonces?
    - Te vi temblando y… bueno… pensé que podríamos compartir el calor de nuestros cuerpos.
    - Prff.. . Es la escusa más penosa que me oído jamás.
    - ¡Pero es la verdad!
    - Ya…- Una sonrisa de desdén se dibujó en el rostro de Jane.
    - Es cierto. Escucha, yo nunca haría algo que te dañara o te molestara.
    - Claro, y yo me tengo que fiar de ti… De alguien que trabajó para ese, ese…

    Luke fue incapaz de contestar. Sólo pudo mirarla directamente a los ojos con una mirada triste que surgía de lo más hondo de su ser. Tenía un nudo en la garganta.
    Ella lo miró a los ojos y percibió la pena. Quizá estaba siendo sincero, pensó. A fin de cuentas, fueran cuales fueran sus intenciones iniciales, la ayudó a escapar. Y allí estaba jugándose el cuello junto a ella.
    La expresión del rostro de Jane se relajó paulatinamente y fue sustituida por una leve sonrisa

    - Está bien, no pasa nada.
    - Yo… Entiendo por lo que has pasado y…
    - Tú no entiendes nada. Pero no es culpa tuya. Ven…

    De pronto Luke sintió como la congoja se transformaba en una sensación de alivio y alegría.

    - Acepto tu sugerencia Luke. Durmamos pegados. Pero ni se te ocurra hacer ningún movimiento raro, ¿comprendes?
    - Sí, lo juro.
    - Bien. De todas formas, creo que a partir de ahora deberíamos caminar de noche y dormir de día. Creo que es lo más sensato ¿no crees?
    - Cierto. ..Muy cierto.
    - De acuerdo pues. Buenas noches.

    Y sin más se tumbó de nuevo acurrucada en la posición inicial cara a la pared y cerró los ojos.
    Luke se acostó junto a ella y permaneció despierto un rato más, con el corazón latiéndole fuertemente en el pecho, notando el calor y la suave piel de Jane hasta que el sueño lo venció.
     
    #1
  2. Maramin

    Maramin Moderador Global Miembro del Equipo Moderador Global Corrector/a

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    Bueno, he leído varios capítulos y sigo interesado el tema de tu novela.
    espero la continuación.
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    #2
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  3. Kwisatz

    Kwisatz Poeta recién llegado

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    Es un incentivo saberlo. Muchas gracias.
     
    #3

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