Sociedad Canibal. Capítulo 29.

CAPÍTULO 29​

Se pusieron en camino a la caída del sol. Preferían viajar de noche, se sentían más seguros abrigados por la oscuridad.
El trayecto se desarrolló sin incidentes y apenas cruzaron palabra.
Al amanecer ya vislumbraban a lo lejos el campamento, pero algo parecía ir mal allí. Una columna de humo negro parecía anunciar malas noticias.
Decidieron seguir la marcha pero extremaron las precauciones. A media mañana ya estaban a un kilómetro escaso de su destino.
No se veía actividad humana y todo parecía demasiado silencioso. Pronto se percataron de la presencia de dos cuerpos tendidos en el suelo, aparentemente inertes, cerca de la entrada.

- Creo que sería mejor que me acercara sigilosamente a comprobar que ha pasado antes de entrar.
- No es necesario que te hagas el héroe, podemos esperar un poco más para asegurarnos- Replicó Jane al ofrecimiento de Luke.

Pero Luke estaba resuelto y a pesar del intento de Jane por retenerle, él siguió el plan que se había trazado.
Se rebozó con la tierra para que fuera más difícil detectarle y lentamente se acercó reptando a la entrada.
Mientras Jane y Gretel observaban en tensión su avance escondidas detrás de una roca.
Durante largos minutos se hizo un silencio absoluto. Prestando mucha atención parecían escucharse murmullos apagados de dolor.
Cuando Luke se encontraba a escasos metros apreció un enorme boquete en la fachada blanca de la granja de madera con un halo negruzco en los bordes. Signo inequívoco de una detonación. ¿Qué había pasado allí?

- ¡Alto! ¡No te muevas ni un milímetro más sabandija si no quieres que acabe ahora mismo contigo!

Luke se quedó petrificado en el suelo, cualquier malentendido podría ser fatal

- N...No dispare.
- Eso ya se verá ¿Estás tú solo? ¿Dónde están los demás?

¿Sabía aquel de la existencia de Jane y Gretel? Luke decidió no decir nada.

- ¿Vas a hablar? –acució el extraño a sus espaldas.
- V... Verá, yo formo parte del equipo de investigación de la doctora Verónica.
- ¿Verónica? ¿Eres tú parte de la expedición que salió de aquí como hace dos días?
- Sí, sí.
- ¿Y dónde está Walt?
- Walt... Verá, él no...

La voz de un segundo extraño sonó de repente

- ¡Eh Mitch! ¿Has encontrado algo?
- Esta sabandija estaba espiándonos. Dice que formaba parte de la expedición que salió hace dos días pero no ha dicho nada del capitán Walter que los acompañaba.
- Entiendo... Si no recuerdo mal creo que también iba una mujer. ¿Sabes dónde está ella?

Luke se antepuso a su miedo y recapacitó sobre las palabras de los extraños. Conocían a Walt, lo cual implicaba que casi con toda probabilidad eran personal de la granja. Seguramente miembros de la NAA.
Ahora bien, no sabía muy bien cómo reaccionarían a la noticia de la muerte de Walt. Necesitaba la presencia de Verónica para hacer la revelación en su presencia. Quizá ella consiguiera atemperar el ánimo de los soldados.

- Sí – Lentamente se giró y cuando estuvo de frente con sus captores apuntó con el índice la roca donde Jane y Gretel se escondían.

Uno de ellos hizo un gesto con la cabeza al otro y se dirigió diligentemente hacia el punto indicado.
Al poco volvía custodiando a Jane y a Gretel, que iban cogidas de la mano.

- Encontré a la mujer y a esta niña que no había visto antes.
- Necesitamos hablar con Verónica, ahora.

El soldado Mitch posó su inquisidora mirada en Luke y tras unos angustiosos segundos accedió a la petición.
Pronto se encontraron con Verónica. Tenía aspecto cansado y su ropa estaba más sucia de lo que recordaban.

- Vaya, ya están de vuelta mis colaboradores. ¿Dónde te has metido muchacho? – Preguntó a Luke con una media sonrisa de agotamiento
- ¿Qué ha pasado aquí?- Respondió Luke con otra pregunta
- Fuimos atacados. Pero ahora quiero los detalles de vuestro pequeño viaje ¿Qué encontrasteis? ¿Y quién es esta muchachita?
- Llegamos a un bunker militar abandonado. O casi.

La mirada de Verónica se desvió hacia Gretel que había permanecido todo el tiempo callada y a la expectativa

- Ya veo. Me han informado de que Walter no ha regresado. ¿Tiene algo que ver?
- Eh... Sí, sí... El bunker estaba ocupado por una banda de saqueadores.
- Pero esta niña no parece un saqueador. ¿Qué hacía allí?
- Era su rehén. Es la única superviviente de una familia que habitaba allí.
- Entiendo ¿Y para qué se supone que la querían con vida?
- Bueno, ella conocía el código secreto para entrar a una sala especial. Supongo que la mantenían con vida para interrogarla.
- Hmmm, ya... Es una suerte que llegarais justo a tiempo antes de la tortura ¿cierto?
- Eh... Bueno, sí. Walter... Bueno, consiguió abatir a todos los objetivos, con nuestra ayuda, pero resultó fatalmente herido.
- Vaya, me sorprende su reacción teniendo en cuenta el poco valor que concedía a la misión de reconocimiento, a la cual, por cierto, accedió a regañadientes.

Luke se estaba poniendo nervioso. Verónica era sagaz en extremo y parecía empezar a sospechar que había algo que no le estaban contando. Era el momento de mostrar el hallazgo. Cruzó los dedos mentalmente para que resultara lo suficientemente interesante para desviar el curso de la conversación.

- El caso es... que encontramos esto... ¿Jane?

De inmediato la chica recuperó de sus bolsillos la pieza extraída del ordenador del bunker y se la entregó a Verónica. Ésta la examinó con interés y tras un largo minuto apostilló

- ¿Nada más?

Luke negó con la cabeza resignado.

- El resto eran documentos militares antiguos sin ninguna utilidad. Esto fue lo más interesante que encontramos...

Verónica suspiró hondo y a continuación habló

- Bueno, es una auténtica lástima que el ordenador haya dejado de estar operativo como resultado del dichoso ataque, si no, podríamos intentar estudiar ahora mismo el contenido de esta unidad de memoria.
- Entonces, esa... pieza ¿Tiene algún valor? – Preguntó curiosa Jane
- Eso dependerá de la información que contenga.
- Pero, ¿quién atacó la granja?- Volvió a preguntar Luke.
- Es algo que todavía desconocemos. El personal de la NAA está trabajando en ello. El ataque causó media docena de bajas en sus filas y no se consiguió capturar vivo a ninguno de los atacantes. Se sabe que alguno de ellos consiguió escapar, pero se ha decidido no mandar a nadie a perseguirlos puesto que las defensas han quedado muy debilitadas y no sabemos si hay más de ellos en alguna parte.

Luke calló y miró a Jane. Ambos imaginaban quienes podían ser. Pero prefirieron no decir nada al respecto. Al menos por ahora.

- El caso es que tenían granadas. ¡Granadas! Nunca había visto a un grupo de saqueadores o lo que fuera tan bien pertrechado. En una de las detonaciones alcanzaron el grupo electrógeno de emergencia que suministra al ordenador.

Ahora mismo necesitamos urgentemente que alguien se desplace a los cuarteles centrales de la NAA para pedir refuerzos y nuevos suministros.

- Nosotros podríamos... – Propuso Luke.
- Vosotros no sois personal de la NAA.
- Pero podría acompañarnos alguno de ellos.
- No es tan fácil, pero ahora mismo tenemos sólo seis soldados para proteger las instalaciones y uno de ellos está levemente herido. No podemos permitirnos desguarecer la base.... Está bien, id vosotros en representación nuestra con el sargento Williamson. Me parece que en los cuarteles centrales de la NAA también disponen de ordenadores militares para fines tácticos. Cuando lleguéis preguntad por mi colega Gary Barkley. Es el embajador de Project Tomorrow en territorio NAA. Decidle que venís de mi parte. Él os asistirá.
- Hay un problema- intervino Jane muy seria- ¿Qué va a ocurrir con la niña?

Verónica miró de reojo a la pequeña que le devolvió una descarada mirada desafiante con el ceño fruncido

- ¿Cómo te llamas?
- Gretel.
- Gretel... Me resulta familiar...
- Es de un cuento
- Ah, ya caigo. El de la bruja y la casita de chocolate ¿cierto? ¿Tienes un hermano llamado Hansel?

La niña desvió la mirada, la cual se tornó vidriosa. Se notaba que estaba aguantando las lágrimas.

- Entiendo- De pronto Verónica sintió simpatía por la chiquilla. Ella también había perdido a su hermano recientemente. No tenía hijos ni nunca los había querido. Pero se le ocurrió que ella podía ser su protegida, su relevo. Sangre nueva que continuara su tarea una vez ella se hubiera marchado de este mundo.
- ¿Te gustaría quedarte aquí? Yo podría enseñarte muchas cosas
- ¿Más cuentos?- Preguntó Gretel
- Te enseñaré a crear un mundo mejor para todos ¿qué me dices?

La pequeña se quedó mirando confundida a la extraña unos momentos y después esbozó una sonrisa de aprobación.

-Vale – Respondió despreocupadamente

Jane sonrió aliviada al saber que de momento la niña estaría bien. A pesar de ello aún le daba vueltas al incidente sucedido con Walter. ¿Era esta realmente la auténtica Gretel o sólo estaba fingiendo una vez más? Finalmente meneo la cabeza y se dijo a sí misma que no podía hacer nada más por ella. A partir de ahora tendría que aprender a ser responsable de sus propias decisiones.