¡Socorro que alguien venga!

Al rinoceronte Cosme..
le pica una oreja..
pero, no puede rascarse..
su pata no le llega,
está buscando ayuda..
espera a que alguien pase cerca..
no aguanta el picor..
y por momentos se desespera.

Pascual, el pájaro carpintero..
quiso ayudarle,
pero dice, que él..
solo entiende de madera,
y Cosme muere de picor..
¡Socorro que alguien venga¡.

Al grito de desesperación..
Doña Hurraca..
acudió con urgencia,
¡Un momento por favor..!
y afiló su pico entre dos piedras.

Con sumo cuidado y veloz..
de arriba abajo..
y de abajo, arriba..
rascó con esmero..
la enorme oreja,
y Cosme, rendido de satisfacción.
cayó redondo sobre la tierra.

Y, aunque se dice..
que al que le pica..
es el que se rasca,
en este caso..
el refrán, no trabaja.

Téura
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