Sol 4D

Vienes como una mancha borrosa
recorriendo el muro a oscuras
lento, subes al techo
y de pronto tomas mi mano
por el otro costado.
Me pregunto lo que habrán
visto tus ojos,
niño de poblacho anónimo:
tu grimorio a la luz de la vela.
Cuántas veces has visitado
las lindes del universo.
Dicen que te vieron en Júpiter,
yo te ví, recuerdo, cuidando
la puerta de la creación,
vestido como una especie
de deidad multicróica de
algún planeta desconocido.
En la playa sentí al mar
respirar profético.
Cruzaste como una sombra
por el sol y me prestaste
un instante tu genio.
Pude sentirme como tú eviterno
ver las entrañas de las gaviotas,
ser aquella que volaba más alto;
saborear la humedad que retrocede
cuando la la se pliega creando
remolinos capilares.
Yo también hubiera querido
ir a la cruzada de los niños,
pero nos quedamos a sestear
en el tiempo y en el campo
viendo el follaje de las estrellas
esparcidas por el cielo
como en una barriga desnuda.
Soné con otras estrellas
de papel picado,
inventé nuevos colores
yuxtaponiendo luz blanca
bajo un color pálido.
Pegué la sincronicidad al
oído de mi alma
tratando de recordar el idioma
de las psicofonías , el de los rumores
en el silencio de cada madrugada
de poeta.
Todo lo hice para sentirme como tú,
prar revivirte de alguna manera
y creer que me has escuchado
que no deliré desde el principio.