Sola yo, sola el alba

Esperé la luz.
Y no llegaba.

Esperé el beso.
Y no llegaba.

Esperé el gesto.
Y no llegaba.

Mi esperanza murió en el recuerdo agrio
de la mañana.

Oh,
como las olas de mi cuerpo varan en tu ventana,
calles grises y melancólicas que a nadie llaman.

Y sí,
desangro la letras,
deslizo el lápiz entre las trabas de mi boca,
y todo, sin duda alguna,

se derrama.

Oh,
amor,
el amor que te ensoñaba

cuántas lágrimas por ti vertía
el cielo de la mañana

cuantos abrazos mancos mi corazón anhelaba,
y tú
lejano y negro,
como una sombra dibujabas
agujas de cristal
y carámbanos de agua.

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© Copyright 2007 Amalia Méndez Lombao. Todos los derechos reservados. Obra registrada en Registro Propiedad Intelectual.

 

Desangrar las letras, qué preciosa inspiración.

Excelentes imágenes.

Besos.

 

cuántas lágrimas por ti vertía
el cielo de la mañana

tristes versos pero hermosamente plasmados.
un gusto leerte.saludos.