Soledad de los Evos

Sentado observo, el reflejo de mi alma,
en turbias y gélidas aguas en calma,
de mis atezados y fatigados ojos cae roció,
que se abaten, como hoja otoñal en el río...

Tersa bruma, que me acaricias en el frío,
que me apaciguas, con un leve suspiro,
cálidos rayos de ocaso, cubren mi largo cabello,
en un crepúsculo, de apagados destellos...

El aroma del petricor me cautiva,
en esta pequeña tierra, de solitaria vida,
oh! bellos arboles, que me miran continuamente,
me tienden cariñosamente, en su inerte vientre...

Miríada de melancolía, se torna en mi mente,
con reflejos oníricos de un lejano presente,
del cual no puedo desprenderme,
simplemente, es algo inherente...