Soledad.

Que hare esta madrugada con el
hondo silencio de este cuarto,
si la luna besa estrellas, enamorada
de la oscuridad,
y la soledad me abriga.
Si me falta el aire,
de tu aliento,
y el llanto del laúd,
se ha detenido.
Si mis sabanas se marchitan
sin tu piel,
si el reloj se ha vuelto
loco, al sepultar mis besos.
Que hare esta madrugada, con el
hondo silencio del recuerdo…

 

Soledad incomprendida... dolorosa y sanadora.
Escucho el bandoneón mientras te recuerdo de pie en la puerta, con tu cara de salir y no querer hacerlo.
Mi galleta te añoro, tu esencia aún vive en mi olfato, y la tersura de tu curvas ligeras todavía reposan en mis manos.
Aún me duele dulcemente el hombro de tus mordiscos, y tus uñas no cicatrizan mi espalda.
Y aunque te suene raro... no me hace falta.
Lo que vivimos me basta para esta vida, quién sabe... tal ves hasta encontrarnos de nuevo.

Rayos... cuando una obra abre la cabeza y el corazón, los dedos se disparan sobre las teclas.

Es un bello escrito, algo fuera de tiempo, de ritmo, pero muy bello.

Saludos.

Dragon Ecu

 

te aplaudo de pie muy bello gracias Dragon Ecu

 

Pensar, pensar y pensar con la compañía de la hermosa soledad que abriga los recuerdos. Saludos cordiales.

 

Bellos y sentidos versos dejas en esta soledad latente, donde los recuerdos revolotean en la condensada madrugada.

Un abrazo.

 

Hermoso poema donde plasmas la soledad de una manera muy bellas. Encantado de leerte. Un fuerte abrazo Carlos.

 

Unos preciosos versos llenos de emotividad y melancolía ante la ausencia. Saludos

 

En tus letras la soledad acompaña y es muy lindo tu versar.

 

Profunda soledad es esta que se deja ver en cada suspiro y en cada letra escrita, bellos versos, saludos

 

Preciosa obra de inspiración magnífica y espléndida calidad.