Soledad.

Soledad te vienes, con gran simpatīa,
buscando refugio, en mundo interior:
traes el silencio con idolatría.
Te recibe el alma, con todo esplendor.

Fuente de caricia, de meditación..
lleva tu regazo, la belleza plena,
de entregar al ser, esa conexión:
con su propio yo, libre de cadena.

Te buscan con ansias, para cobijarte,
exploran tu mundo, con tranquilidad:
si llegan a ti, no quieren dejarte,
pues, eres la vía, de creatividad.

Acompañas tanto, abriendo senderos;
de ĺuz, de sosiego, de gran reflexiön.
Traes tū la fuerza, de un pensar certero:
acercas el mundo, se vive en unión.

Cuando estås presente.. tu imagen cautiva.
Simbolo de paz, de mucha amistad,
reposo que sana, que alegra la vida.
Dinåmica pura..hay en soledad.​

 

La idolatría nos hace débiles.
Por ello, nos arrodillamos ante muchos ídolos.
Y así, por otro lado, parecemos básicos y presumidos.
Fácilmente manipulables, por el Ego o complejo de superioridad.
El Ego, no obstante, es la imagen mental que cada cuál tiene, de sí mismo.
Y es como un trío:


a ) Sacerdote, profeta y rey. Orden de Melquisedec.
b ) Fidelidad, bravura e integridad. El lema del F. B. I..
c ) Invocar, evocar, provocar. El lema del Circo del Sol.
d ) Una, grande y libre. La madre patria, según algunos amigos del país.
e ) Santa, católica y apostólica. Dícese de la Iglesia de Roma.


Etc. Entonces, atribuimos al Creador, también, un trío de ases: Padre, Hijo y Espíritu Santo.


Pero Dios no tiene Ego.
Dios es diversidad, en primer lugar.
Luego, Universo, propiamente dicho.
Y finalmente, Memoria, para revisar todos los acontecimientos que tuvieron lugar, en cada mundo habitado.


Es decir que la Trinidad es más bien del tipo: Autor, Obra y Grabación.


Yo me lo guiso, yo me lo como.
Como Juan Palomo.
O sea que finalmente, la paloma es santa.

 

La soledad tiene sus lados buenos, como para escribir un buen poema.

Una amiga que escucha en silencio.

Placentera...