Solo quise...

Solo quise mis ojos reflejados
en la luz de otros ojos.
Mis manos volando
cual blancas palomas
al viento otoñal,
al encuentro de otras manos
que me dieran el calor
que mi alma buscaba.
Solo quise vivir el sueño
de otros labios buscando los míos
y otra piel ardiendo, cómplice,
al roce imaginado de mi cuerpo.
Solo quise que me quisieran,
que me amaran como yo amaba.
Solo quise...
Apenas nada.
Apenas un sueño que
explotó ante mis ojos
como una pompa de jabón
que el viento lleva,
brilla iridiscente un momento
y en un suspiro estalla.
Solo quise
una verdad que nunca tuve,
una realidad que solo yo soñaba.
Solo quise...
Y ya ves...
Mira mis manos vacías,
cansadas de no contener nada.
Mis labios resecos
por retener los gritos
que se ahogan en mi garganta.
Mis ojos tristes,
siempre,
siempre anegados
por salinas lágrimas.
Solo quise...
Ya solo quiero...
Simplemente...
Nada.


Carmen


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Cierto, Marcos. Cuando esos sueños que forjamos desde el corazón se convierten en pesadillas, quedamos sumidos en la desesperación y la desesperanza nos va robando la vida y la calma. Gracias por tus palabras y por leer mis versos. Abrazo fuerte de mi alma a la tuya también.

 

Es un poema con mucha fuerza y sentimiento. Un placer haber pasado. Saludos.

 

Muchas gracias por tus palabras y por tu visita, Amormejia. Un gusto tu visita y el saber que te gustaron mis versos. Abrazo de almas, querido amigo.

 

Gracias por tu comentario y por tu visita, LUZYABSENTA. Tus palabras, siempre amables, acarician mi alma. Abrazo fuerte desde mi alma, amigo mio.