Somatizantes

Puedo escuchar el suplicio del entusiasmo que ha viajado direccionado hacia los aires del cuento final de todos los tiempos, deslizándose a través de unas pocas ideas ocultas en el inconsciente de la muchedumbre individual somatizante. La razón ha juntado una suerte de imágenes determinadas, teniendo como idea fija un deja bu programado. En la soledad de una incontinente angustia. Fragmentando la vaga imagen de una lluvia de palabras aun vacías, que deambulan por las mentes extralimitando certeros silencios.
El aroma oscuro de los pensamientos sentenciando la invisibilidad en los caminos de las dudas. Tal vez será explicable el dolor que se oculta en la indispensable nada de las gentes. ¿Será inocente la seducción de la muerte? Puedo albergar en mis retinas las escasas ganas de no llegar, viendo como caen las ventanas de los sueños. Nos veo modificando el candor de una fuga nerviosa.
Solo existe una minúscula intensión de imaginar el mágico océano de fantasías adversas, para volver a internizar la incandescente voluntad de abismarnos en los confines de nosotros mismos.