Sombra

mi interpretacion es muy profunda, sera asi?, bonito haiku, mis estrellas, besos de mar

 

Cuanta soledad en este haiku, Maestro! la nieve, una sola nube, ninguna huella. Està muy sola esa sombra!
Es muy bello verlo desde aquì, que todavia queda un verano que no tiene apuro por irse.
Un abracito para usted ...

 

Muy filosófico Haiku... me ha encantado.Te dejo el cielo cargado de estrellas.
Un abrazo.
BESIE.

 

Un placer visitarte, apreciando la profundidad de la sombra en la lejanía,que no ha dejado huella,solo el paso del tiempo saludos cordiales.

 

Gran haiku, Maramín-san. O es una zona poco transitada... o acaba de nevar. Como bien dices, abierto e inspirador. Un placer.

 

MARCOS

Mucha sapiencia en tu haikú.

Un fuerte abrazo.​

 

inhóspito paisaje... desolador y bello.
Cariños Maestro

 

Maramin, paso sin pasar por la nieve para no dejar mi pisada, sólo mi repu y estrellas.
Saludo, poeta

 

Inspiración que deja huella, gracias y saludos.

 

En mi país no tenemos estación invernal con nieve... aunque en las alturas de los Andes, y en condiciones especiales, los caminos se llenan de una tenue capa blanca.
En mi último viaje al oriente ecuatoriano tuve ese placer.

En el camino iba pensando como era posible pasar en pocas horas por tantos pisos climáticos diferentes.
El recorrido se marcó por el paso de un oso de anteojos en el ascenso, y un zorro más adelante.

Los quindes más atrevidos retrocedían ante las ventiscas frías, mientras la vegetación se reducía de tamaño al llegar al páramo.

En momentos pensaba que esa ruta era virgen... y la raya media del camino me devolvía al trayecto marcado.
Saber que ese camino lo recorrieron otros, y sin embargo era totalmente inexplorada para mi.

Ver hacia adelante que las huellas eran borradas por la garúa y la neblina, me llenaba el cuerpo de calor a pesar del frío.
La emoción de lo nuevo, lo no imaginado, lo desconocido ya no era de temer sino una aventura a enfrentar...

Y luego la noticia... ¡ha nevado adelante!, empujó a más de uno ordenar a gritos al chofer que pare.

Nos bajamos frente a esa imagen blanca, y algunos quisieron hacer pequeños monos de nieve mientras otros buscaban piedras que sobresalgan para sentarse y ser retratados por sus compañeros tecnológicos.. más de uno protestó por no tener el modelo más reciente con la más avanzada cámara... pero igual todos disfrutamos.

Esa sensación fresca de enfrentarnos sin miedo a lo desconocido, al camino impoluto sin pasos previos...

Gracias por hacerme revivir ese momento.

 

Un gusto, saludos cordiales.

 

Me gustó mucho su Haikú, Maramín. Soledad en la nieve. Un gusto pasar por su poema, saludos.
Azalea.

 

Con gusto.