Sombras con destino

Jardín de invierno,
aire helado
nubes sueltas
cuerdas de acero que quiebran los dedos
entre el eco de patios solitarios

Luciérnaga que no sabes que es de día
centellas y centellas,
nadie te ha visto acaso.

Glorietas que confunden
galería de reflejos y sombras
donde todo transcurre a la velocidad de la luz.

Hay perdedores,
y amantes
logros y decepciones
cosas de no entender

Esperanza intermitente que enciendes y apagas
te esfuerzas y no es en vano
yo te veo
yo ¿y cuántos más?.

Hay algo más allá de esta ausencia de motivos
algo que brilla
algo que dice basta.
Basta de maestros y ordenes,
de este dejarlo todo por estar vivos.
Algo como un pacto.

Destellos flotando,
zigzagueo.
Titubeo al elegir imágenes que darán mensajes contradictorios.

Luciérnaga,
luciérnaga,
luciérnaga.
Que atraviesas el poema.
Esta claro, claro como día.
Te esfuerzas en llamar mi atención y no es en vano.
Hay algo más allá de esta ausencia de motivos
de este dejarlo todo porque comprendan que estamos vivos,
algo como un pacto,
yo lo veo.

Horas que confluyen en este atardecer rojo.
Espejismo que nubla lo que viene.
hay tiempo
hay tiempo
hay tiempo...
ese es el engaño.

Aire helado.
Eco de patios solitarios
reflejos y sombras.
Hay muros y galerías,
formas de perderse.

Glorieta que confunde.
Estamos sentados aquí en este jardín de invierno
sorbiendo un mate amargo,
soñándonos a salvo,
viendo sin más sobre nosotros

comenzar la noche.

 

Siempre es grato leerte.
Saludos mediterráneos.