Sombras...

Son las 21:25 de otro vacío
retumbando en mis oídos teclados y voces.

En tanto alargo mi mano
las teclas se hunden bajo el peso de los sueños,
deseos inconformes de reuniones imposibles,
de citas imposteractualizadas
y encuentros íntimos sin ropas de etiqueta de lencería

Son las 21:26 entre respiraciones,
las arañas suben clavando sus patas en la garganta,
las manos bajan lentas hacia el cinturón.
Miradas complejas diciendo todo,
lo que no hace falta decirse sino hacerse.
Sudores de fiebres heladas,
de colgajos de cerveza en nevera.

Pasan las 21:27 mirando el reloj,
monedas que tintineando se cantan canciones amor y cuna unas a otras,
entre las ramas donde se olvidan los recuerdos que no deseamos compartir fuera de la sola autocomplacencia.
Si.
Si.
Si...
mientras te recuerdo en tu negligé.

Son las 21:28 de espera absorta,
torpe dubitativo desde una ventana demasiado alta.
¿Saltar?,
hacia adentro tal vez,
hacia el encuentro de sus muslos mármol y chocolate.
?Saltar¿
¿Por qué no?

Llegan las 21:29 entre humos,
cigarrillos de sabrá dios dónde,
con el tufo de películas en blanco y negro
y música de armónicas de percutores.
Las balas me pesan,
las heridas sangran por dentro.
Te pienso y tengo sin verte

Carajos 21:30 entre penumbras.
Mi esperanza crece mientras la ilusión flaquea.
Si pudiera tenerte esta noche...
El frente espera mañana entre explosiones y gritos.
Esta noche entre sábanas de entregas,
dejar una semilla de vida que me sobreviva...
Te amo... aunque nunca te lo diré

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―Dejen de esforzarse...
―hora oficial del deceso: 21:31...

 

En que maravillosa trayectoria nos lleva su poema. Donde la realidad se mezcla con el deseo y los sueños incumplidos. Me apunto a esta plegaria la he vivido muchas veces y no sé si ya me acostumbré.

Besos con brisa

 

Cada día hay nuevas batallas. Contra enfermedades, resolviendo problemas laborales, compitiendo por clientes, golpeando puertas buscando trabajo, cumpliendo cronogramas y cuotas... y enfrentando la muerte de manos enemigas.
Hoy como ayer, las horas pasan entre angustias y deseos que quedan insatisfechos... a menos que la imaginación nos regale cinco minutos de ligera felicidad.

Gracias por asomar tu bella figura sobre las sombras.

 

Gracias Luzyabsenta.

Pasa que la realidad... puede llegar a superar los sentimientos.
Solo nos quedan la imaginación y la memoria, para hacer del futuro un pasado permanente.

Saludos cordiales.