Sombrero negro

- ¿Qué es el amor Alma?

- Juan. El amor es un misterio. Uno que solo tú puedes resolver.


I

En un salón de fiestas lleno solo con la familia de su esposa, Joseph miraba a la pista de baile. Recordó como su esposa le había enseñado a bailar cumbia años atrás. Al principio se movía de forma tan rígida que sus pasos no se veían naturales. Pero él de verdad quería aprender. Y logró hacerlo. Ahora al escuchar la música simplemente sentía el llamado de la pista para bailar.

Toma a su esposa para sacarla a bailar y pasan un buen rato. Se miran a los ojos mientras lo hacen. Se hacen bromas. Pueden llenar ese espacio con ellos mismos.

Al regresar a la mesa los tíos y primos de su esposa quieren que tome con ellos. Pero él no acepta.

No lo hace por que no le gusta como se siente cuando bebe demasiado. Le trae recuerdos... recuerdos de algo nebuloso de su pasado. Algo que quiere olvidar.

Finalmente lo convencen

le sirven un trago de tequila. Y se lo toma confiado.

Luego otro, y aún está todo bien

Al tercer trago empieza a sentir los efectos. El tequila se debe de tomar solo. Si lo sirven con refresco o cualquier otra cosa pierde su esencia, su sabor.

Joseph camina un poco y trata de recomponerse y sale a la calle.

Grave error. El aire frío de esa noche le provoca más mareo. No quiere que lo vean. No le gusta como se pone cuando está muy tomado. Así que le da la vuelta a la esquina donde hay luz pero no mucha gente.

Se sienta en una jardinera y se agacha un poco. Siente como poco a poco sus latidos antes alterados se van regularizando.

Una mano se posa en su hombro. Por un momento cree que es su esposa.

- Estoy bien. Me detuve a tiempo, ya me estaba sintiendo mareado...

- ¿Sigues sintiéndote mareado con solo tres tragos cherrie?

- ¿Cherrie? - dice Joseph sin voltear a ver a la que cree es su esposa. el alcohol aún no le permite distinguir el tono de voz

- Si, recuerdo cuando te pusiste una vez así conmigo...

Era una mujer pero no era su esposa. Joseph voltea lentamente y ve primero un abrigo gris. Luego un rostro con un peinado característico.

No podía creer lo que veía. Ante él estaba el fantasma de su pasado. Un pasado que quería dejar atrás.

- Cherrie... jajajaja...te ves extraño... - y le extendió un pañuelo deshechable. - cuando te vi casi no te reconocí. Te ves algo diferente...

Joseph está tan sorprendido y un tanto alcoholizado que no reacciona. "Debe ser el alcohol.. Tiene que ser el alcohol... esto no puede estar pasando..." se repite en la cabeza

La mujer se acomoda el pelo y se sienta a su lado. Recorre un poco su abrigo dejando ver su pierna izquierda con unas medias blancas.

- Cherrie tanto tiempo sin vernos, Debes estar sorprendido como yo lo estuve al ver a ... esa persona..

La mujer lo mira. Ve su rostro y termina ensoñada viendo sus ojos.

- No... no lo hagamos... Estoy casado ahora...

- Cherrie... que dulce eres. Aún te ves tan lindo cuando dices que no pero tus ojos dicen que si.

Ella lo besa con intensidad. Joseph quiere librarse pero algo en su interior le grita que no. Que responda.

Al final se separan y Joseph mira a los lados para comprobar si nadie los ha visto.

Ella ríe divertida. - Cherrie... ellos no te aceptarían si supieran tu pasado... ¿Qué mentira les contaste? ¿Qué personaje estás representando?

- Que soy un empleado, solo un empleado promedio en una oficina administrativa a las afueras de esta ciudad pequeña---

La mujer no deja de verlo como si quisiera continuar lo que ha empezado.

- No, por favor... Solo quiero una vida normal...

- No somos normales Cherrie. No lo somos.... Si pudiéramos serlo no estaría yo aquí contigo queriendo continuar. - y nuevamente lo besa

Después de un rato se separa - ¿Lo ves? No puedes huir, no podemos escapar. ¿Vienes conmigo ahora o jugaremos al gato y el ratón?

Joseph quiere de verdad una vida normal, Formar una familia. Pero no ha sido sincero con nadie nunca. Siempre representando una comedia. Mintiendo a todos.

- Es el momento ideal para desaparecer Cherrie, solo ven, ven conmigo. Volvamos a ser esa pareja loca y divertida que hace lo que le viene en gana.

- Si lo hago me sentiré despreciable....

- ¿Y porqué no lo detuviste a tiempo? No puedes quedarte aquí para siempre...

- Lo sé.. lo sé.... ahhhh.. solo quería sentirme normal... Hacer lo que todo el mundo hace-... al menos una vez.

- ¿Eso era lo que querías cherrie? ¿Casarte conmigo?

Escuchar esas palabras hacen que Joseph se sienta extraño. Tampoco eso era posible. No podía serlo.

Ella parece adivinar sus pensamientos con solo verlo a los ojos. - ¿de verdad?, no estás jugando... tú querías casarte conmigo....

- Ahora ya lo sabes--

Ella se levanta y su semblante ha cambiado. No se hubiera imaginado eso de Joseph, un nombre falso para la persona que se escondía detrás de un experto en destruir vidas.

- Perdóname Joseph - dice la mujer ahora en un tono diferente. Escuchar su nombre falso viniendo de ella y no un cherrie lo hace comprender que se ha puesto seria o triste.

- No ,,, no es posible. Siempre estaremos atados a lo que somos. Y en esa profesión no se puede ser sincero.

- Me han enviado..

- ¿Quién?

- No tengo un nombre, solo una clave. Operación Draco. Quieren que busques a una persona. - y le extiende un sobre amarillo sellado.

Joseph sabe que puede negarse, pero si lo hace mandarían a alguien más hasta hacerlo aceptar.

- Querían que... te sedujera para que aceptaras el trabajo. Arrastrarte conmigo y que trabajáramos juntos. Como en los viejos tiempos.

Joseph respira profundo. Ella le da la mano y sonríe - Lo hubiera hecho aún si no me lo hubieran pedido..

- ¿Venir a buscarme?

- Aún siento algo por ti.... O más bien... aún siento algo por lo que fuimos... cuando tú y yo no nos preocupábamos del futuro ni de las cuentas. Éramos irresponsables. Te extraño....

Joseph hubiese querido decir lo mismo pero no era así - Yo.... quiero dejar atrás...

- Lo sé.... lo sé cherrie. ya no lo repitas.

Joseph tomó el sobre amarillo y lo abrió. Era una ficha de "se busca" y un montón de papeles con información variada, un pasaporte y una tarjeta de crédito. Lee el nombre del titular : - Así que ahora me voy a llamar Gulfier.... ¿no pudieron escoger un nombre mejor?

Ella voltea a verlo a los ojos buscando su sonrisa. No puede evitarlo. Verlo así tan cerca y termina besándolo nuevamente.

- No importa como te digan cherrie. Joseph, Gulfier, Edgar, Adolfo, Benjamin.... para mi siempre serás Sombrero Negro...

 

II

Al día siguiente Joseph se despide de su esposa a la que le comenta que ha salido un viaje por parte de su empresa para capacitarlo en un país lejano. Pero mantendrían la comunicación por teléfono.

Al llegar al aeropuerto ya lo está esperando ella, la mujer que lo contactó el día antes, con sus inconfundibles ojos verdes y su peinado sencillo de cola de caballo.

- Me he dado cuenta de algo cherrie. No quieres decir mi nombre, ¿verdad?

Joseph está sentado en la sala de espera a su lado. Parecen una pareja joven yendo a alguna convención.

- Si digo tu nombre, me temo que volveremos a...

- ¿A cumplir lo que dijimos que haríamos...?

- Eso fue hace muchos años.

- Cherrie.... no compliquemos más las cosas. Mientras estemos en este..... viaje puedes decirme Elize...

- Elize,,,, Elize.... ok...

Ella lo toma del brazo y se recarga en su hombro.

- Cherrie. La respuesta es si

- ¿De qué hablas? - dice Joseph mientras revisa algo en su laptop

- Sí me hubiera casado contigo si fuéramos personas normales.

Joseph trata de concentrarse. Sabe que si revive los sentimientos difícilmente podrá dejar a Elize una vez que termine el trabajo.

- Iríamos de luna de miel a uno de esos países exóticos donde le ponen piña a todo. Me gusta la arena en los pies.

- Elize ¿porqué nos mandaron a nosotros?

Ella ríe mientras se desata el cabello y lo apunta con su dedo índice recorriendo su pecho. - ¿Bromeas cherrie? Somos los mejores buscando personas. Tú usando esas computadoras y aparatos y bueno... todo esto.. - señalando su cuerpo mientras mueve las caderas seductoramente - con un poco de kick boxing nos hace imparables.

- Por Dios - dice Joseph tratando de recomponerse - nos considero los mejores en este oficio. Pero encontrar a esas personas. ¿De verdad?

- Operación Draco no es para presentarlos ante un tribunal o la mafia. Solo hay que encontrarlos.

- Pero estas personas desaparecieron hace cinco años. No hay pista de ellos. Bueno de una de ellos.

- Elize mira la pantalla de la laptop. No había rastro de esa persona en los anuncios de los cazarecompensas. Tampoco una pista en los registros bancarios o federales de ese país.

- Tú siempre puedes cherrie. No te dicen Sombrero Negro por nada. Anda... Te doy un poquito de motivación. - Y toma su rostro para besarlo ocultando su rostro con su cabello largo echado hacia adelante. Es un beso más seductor de lo públicamente permitido y hace que la gente alrededor se remoje los labios o desvie la mirada.

Cada vez que Elize besa a Joseph algo en su interior se va despertando. Algo que estaba dormido hace mucho tiempo. Su frialdad, su cálculo metódico.

- No.... no sé como lo haces Elize...

- Cherrie... yo siempre hago salir tu verdadero ser... Hasta la mirada te cambió. Me gustas más así que con tu mirada inocente que no sabe mentir.

- Oh por Dios...- dice Joseph tratando de calmarse. En verdad siente como si otra persona fuera surgiendo de él. El aroma del perfume de Elize no le ayuda. Recuerda cada una de las misiones que ejecutaron juntos. Se siente mareado. Pero al final se recompone nuevamente y su mirada vuelve a ser calma y tranquila, justo a tiempo para iniciar el abordaje al avión.

- A Londres por trabajo. Wuhu... que divertido.

- Si no es divertido cherrie, hagámoslo divertido.

Encuentran sus asientos y se acomodan.

- Recuerdo que te gusta la ventanilla Elize. Cambiemos de lugar

Ella lo ve extrañada - ¿Recuerdas eso?

- Si, lo recuerdo.

- Eso fue en nuestra primera misión cherrie... ¿cómo lo recordaste?

- No lo sé.... debe ser,,,

- Estás volviendo cherrie... tal vez deba besarte más seguido.

- Para,,, al menos hasta que lleguemos a Londres por favor. Quiero sentir que regresaré a mi vida normal aquí.

- Londres... No es un lugar que me guste mucho, En fin..

Joseph saca la ficha de un folder. Se queda mirando la foto de la persona que han puesto ahí para identificarla.

- ¿Te parece atractiva cherrie? No la veas así o me pondré celosa.

- No, es sólo que me parece alguien peligrosa.

- Lo es. Lo es. Burló a la mafia. Así que seguramente su belleza la ayuda a hacerse la blanca palomita. Así... - dice Elize mientras le dedica a Joseph unos ojos tiernos,

Esta vez es Joseph quien no puede contenerse y termina besando a Elize.

- Woooow.... wooow... ¡Sombrero Negro ha vuelto! ... Besas mejor que antes cherrie..

la respiración de Joseph nuevamente es entrecortada, le tiemblan las manos. Ya no puede negarlo. Todo eso le emociona como antes. Quiere sentirse vivo. Quiere estar con Elize en esta misión.

- Muy bien, hagámoslo. Busquemos a esta mujer. Johana Maria Madeleine

 

III

Alejandro dejó a Blooming en el edificio donde Jack Taylor tiene sus oficinas centrales. Últimamente la ve con menos frecuencia por que ella hace más trabajo administrativo. Ya le han dado una célula completa para organizarla ocultando dinero para otras personas. Él suele darles consejos acerca de contratos y acuerdos comerciales.

Camina en la delgada línea entre lo legal y lo ilegal. Pero no puede hacer otra cosa. No mientras Blooming siga atada a esa vida.

Había escuchado el rumor de una organización poderosa, infiltrada en el gobierno y que tal vez podría ayudarla. Un juego llamado Ludum Vanitas en el que el premio era el perdón por todos tus crímenes, la protección del gobierno y dinero de por vida.

El problema era que conseguir una invitación para dicho juego era prácticamente imposible. La invitación llegaba al azar para familias ricas y poderosas que tenían algo que ocultar. ¿Cómo podía conseguir una invitación para Blooming?

Jack Taylor había intentado ganarse una invitación y fue rechazado tajantemente.

En eso estaba pensando al llegar a las oficinas del despacho de abogados donde ahora trabajaba cuando vio entrar a una mujer de ojos verdes y peinado de cola de caballo. Iba de jeans y una playera blanca sin mangas que permitía ver su bien torneada figura.

- Abogado Alejandro... - dijo la mujer extendiendo la mano

- Alejandro... dígame solo Alejandro. - dijo él mientras le tomó la mano. Ella no lo soltó y procuró que no dejara de verla a los ojos.

- Es usted justo como me lo imaginé..

- ¿Cómo me imaginó?

- Un tierno inocente que no sabe mentir....

Alejandro se dio cuenta tarde. La mujer no le soltaba la mano y cuando quiso hacerlo ella no lo soltó.

- ¿Ha venido a verme a mi no es cierto?

- He venido a buscar a alguien que usted quizás conozca. - dice la mujer lentamente - hace cinco años aparece usted en una cámara de seguridad dejándola en un aeropuerto para que tome un avión...

- No sé de que me habla -

- Oh... si lo sabes cherrie. Vas a decírmelo... ¿Dónde puedo encontrar a Johana Maria Madeleine?

Alejandro trata de no tensarse. Mira a los ojos a la mujer y puede notar en ella algo que antes ya había hecho Blooming. Está tratando de usar su encanto.

- No... ¿nada?.... ¿Ni un recuerdo?

- Conozco a una Johana, a una Maria y tres Madeleine pero ninguna que tenga los tres nombres juntos. Quizás me confunde....

A la misma oficina entra un hombre como de treinta años con el cabello corto y vestido de traje. - He revisado las cámaras de Londres en busca de Johana y siempre está con mucha gente diferente. Usted mi querido abogado Alejandro es la persona con la que más tiempo ha seguido en contacto. No puede mentirnos.

Alejandro lo ve y pareciera que la pareja estuviera casada por como se paran uno junto al otro y se dijeran todo solo con las miradas.

- ¿Un hacker?

- Cherrie... en todo caso un cracker. El famoso Sombrero Negro.

Alejandro entonces supo que estaba en problemas. Sombrero Negro era una leyenda urbana. Un sujeto que se había infiltrado en muchos sistemas para destruirlos o secuestrarlos. ¿Pero qué hacía ahí buscando a Blooming?

- ¿No será alguien que se me parece? Vivo en Londres hace cinco años y me han confundido con otros extranjeros...

El hombre hace una seña con los ojos y la mujer toma del cuello a Alejandro. - Cherrie no tenemos tiempo. Sombrero Negro sabe donde está ahora tu.... querida Johana... Un edificio donde trabaja con Jack Taylor y su banda.

Alejandro se inquieta aún más. Entonces no fueron a preguntarle donde estaba Johana.

Sombrero Negro finalmente le habla - Abogado Alejandro, ¿qué estaría dispuesto a dar por liberar a Johana de la mafia y de todo su pasado?

Lo habían investigado tan bien que daba miedo escucharlo.

Sombrero Negro sonríe - Lo sabía. Usted sacó a Johana de Italia para traerla a Londres. Burlaron a la mafia con la ayuda de Marco un ladrón de poca monta amigo de Jack Taylor. Y lo hizo por que ama a Johana.

- Cherrie, déjame amarrarlo...

- Ellize aún no. No hay que hacerlo así. El abogado Alejandro se ve inteligente.

Sombrero Negro dejó sobre el escritorio de Alejandro un sobre amarillo con las letras DH grabadas en la parte donde se sellaba.

- Hay alguien interesado en Johana Maria Madeleine. No, no se preocupe. No es un mafioso esta vez. Se trata de un personaje misterioso. La quiere para algo menos peligroso esta vez.

Alejandro finalmente acepta hablar - ¿Qué quieren que haga esta vez?

- Usted quizás nos ayude a convencerla. Si lo logra le daremos un pase para el juego que ha estado investigando en los barrios bajos.

Alejandro se sintió tentado por primera vez. Quería esa invitación para Blooming. Quería que fuera libre.

- Ella no aceptará. No se lo permitiría. Si es posible me gustaría tomar su lugar. Obtener el pase por ella.

Sombrero Negro y Elize se miraron y rieron.

- Eso es lo que queríamos escuchar abogado Alejandro.... Bienvenido a la banda. Bienvenido a la Operación Draco.

 

Elize habló por teléfono con alguien por unos minutos.

- Johana Maria Madeleine resultó ser una buena forma de presionar a Alejandro

La persona del otro lado de la línea parecía complacida

- ¡Un sacrificio! Me gusta como suena eso. Bien hecho. Ahora tráiganlo aquí Quiero hablar con los cuatro acerca de los detalles.

- Algo más. Sombrero Negro ha vuelto a ser el mismo de siempre.

- Monique... la dulce, tierna y muy loca Monique. Sabía que podrías traerlo de regreso. Joseph no nos servía de nada. Necesitábamos de Sombrero Negro para esta fase del plan.

Al escuchar su verdadero nombre Elize voltea a ver si Joseph está ahí cerca.

- ¿Está seguro de que encontraremos a ese sujeto a las afueras de Londres?

- Se está preparando para algo grande pero no sé que es. Deténganlo. Está tan loco que ha comenzado a llamarse a sí mismo el Dios Silente.

Monique puede recordar a ese estudiante de Filosofía y Política amigo de su hermana menor, tratando de convencer a todos los estudiantes de su Escuela a unírsele por que había escuchado el manifiesto escrito hace años por un loco revolucionario llamado Adam West, el mismo que ahora estaba organizando a un grupo a las afueras de Londres,

- Sir Black. ¿Por qué Alejandro? ¿Qué talento tiene él?

- No te dejes engañar por su aspecto. Es más inteligente de lo que parece.

- Lo veo tan.... inocente.

- La inocencia y la inteligencia pueden ir juntas en el mismo paquete Monique. Ahora vayan por el último integrante. Solo uno más y después vengan aquí por los detalles.

Monique saca una hoja con una foto. Era la foto de una mujer como de veinticuatro años vestida todo de negro y con tatuajes en el cuello y la espalda.

- Es de personalidad fuerte. Le gustan las motos. Aunque tiene buena figura.

- Justo lo que necesitamos. Ahora vayan, vayan. Los espero aquí.


IV

Una mujer con pantalones de cuero negro y una playera ajustada color gris sin mangas está en un bar bebiendo cerveza. Mira a través del local como los demás están cada quien en sus asuntos. Mientras ella se examina el reciente tatuaje en forma de serpiente que acaban de hacerle en la muñeca.

Su mejor amiga es una rubia de ojos azules también vestida con pantalones de cuero pero ella lleva una playera con el símbolo de un demonio.

- Constanza nos invitaron al concierto de esa nueva banda. ¿vas a venir?

La mujer de los tatuajes no responde sigue bebiendo. Ha notado que un muchacho trajeado ha entrado al local.

- Constanza. ¿Quién es ese sujeto? Pfff.... Parece sacado de una madriguera de oficinistas.

- Es un cuadrado. - solo eso dice Constanza quien se levanta con una cerveza en la mano.

Llega hasta donde está él y le pone la cerveza en la mano antes de que llegue a la barra pues se le veían las intenciones de pedir una.

- ¿Cerveza?

- Si, gracias. - dice el trajeado

- ¿Todo bien? ¿No te has perdido?

- Probablemente, Ahm, Estoy buscando a una mujer con el tatuaje de una cruz rodeada por una serpiente,

La mujer sin esperar a nada se quita la playera revelando el tatuaje en su pecho. - ¿Te refieres a este tatuaje?

El se queda de una pieza y lo comprende. Le han jugado una broma como si fuera un novato.

- Si... si... ejem.. ejem.. Así que eres Constanza.

- Depende, de quien me busca. - Dice ella mientras se acerca a él de manera cínica como amenazándolo.

- Sir Black me mandó a buscarla....

Al escuchar ese nombre se pone seria. Vuelve a ponerse la playera y toma un sorbo de sus cerveza.

- ¿Cómo te llamas cuadrado?

- ¿Cuadrado? Me habían dicho de muchas formas pero no cuadrado. - le extiende la mano - soy Alejandro

Ella no hace ni siquiera el ademán de querer saludarlo. - No me caes nada bien Alejandro. Te iba a sacar de aquí con una cerveza en la mano hasta que mencionaste a Sir Black. Tienes mi atención. Dispara.

- Sir Black quiere nos veamos con él dentro de tres días. En sus oficinas en el centro. Supongo que ya sabes donde es.

Constanza se queda viendo el saco de Alejandro. Es fino y muy suave al tacto. Lo acaricia dejándose llevar. - Esto debe valer una fortuna.

- No, bueno,,, quizás, Es un regalo.

- Ups - dice Constanza cuando toma un hilo pegado a la tela y lo tira mientras derrama un poco de cerveza en los zapatos de Alejandro.

- Si.. si... espera.. ahm.. no importa, - dice Alejandro mientras toma de la cerveza la cual le sabe muy amarga y seca.

- Cuadrado, no te gusta pelear ¿verdad?

- Si no hay necesidad prefiero solo hablar.

- Ok,,, ok.. este trabajo será divertido si tengo que hacerlo contigo. - y suspira - dile a Sir Black que llegaré ahí a las...

- Las once.

- Las once, ok. Te dejo, tengo asuntos que atender con mi,,, amiga, - y le sonríe haciendo un gesto con la lengua como si fuera a comerse un rico filete.

 

V

Blooming nota raro a Alejandro. Como si estuviese distraído.

- ¿Vas a estar fuera así nada más? ¿Y nuestros planes de ir de vacaciones a España?

- Perdóname Blooming. Surgió algo en el bufete. Tengo que acompañar a mis jefes.

Blooming no está convencida. Lo toma con ambos brazos y le dedica una mirada tierna. - ¿puedo ir contigo?

- Lo siento. Vas a estar aburrida ahí mientras estoy en juntas todo el día.

No le cree.

- ¿conociste a alguien más bonita que yo?

Alejandro ríe. - Eso es imposible Blooming. Nadie es más hermosa que tú.

Sigue sin estar convencida.

- Entonces explícame por que no te creo.

Alejandro no quiere pelear con Blooming. Así que decide ceder.

- Ok. ok... yo... me contactaron.

- ¿Quién?

- Un tal Sir Black, el mismo Sombrero Negro, y una tal Elize

Blooming enfurece.

- ¿Y cuándo pensabas decírmelo?

- No Blooming, no... quiero pelear.

- Pero si quieres mentirme,

- Yo... quiero conseguir algo para ti,

- ¿Qué cosa? - dice Blooming con las manos cerradas

- Me prometieron la carta para que entres a Ludum Vanitas

Blooming no podía creerlo. Era lo que habían estado buscando por dos años enteros. La promesa de un juego en el que el premio podía liberarla del mundo del robo y que ambos vivieran donde se les antojase.

- ¿Y qué tienes que hacer? - dice Blooming ahora preocupada

- Quieren que los asesore en cuestiones legales, logística y bueno saben de mis conocimientos en el círculo de ladrones de Londres. Quieren investigar a un grupo revolucionario.

- Revoltosos. - dice Blooming - si fueran revolucionarios ya estarían en la televisión.

- ¿Blooming?

- ¿Qué?

- De verdad quiero conseguir esa carta para ti.

Blooming lo abraza. - Si te digo que no vayas....

- Entonces les digo que no iré.

- Pero hace un momento ibas a salir sin decirme una palabra.

Alejandro suspira - Quiero que seas libre Blooming. De verdad es lo que quiero.

Blooming le da un beso. - Entonces no te voy a detener. Pero por favor, al menos mándame mensajes ¿de acuerdo?

- Lo haré. - y al final se despide dándole un beso lleno de esperanza - volveré con esa carta Blooming. Te lo prometo.


VI

Sir Black es un hombre grande y fuerte de tez obscura que usa un bastón con empuñadura de tigre. Los recibe de pie en un despacho lleno de libros de diversos temas.

- Bienvenidos. Les ofrezco té y bizcochos. Por favor.

Constanza va directamente a servirse y toma un pastelillo que come mientras los demás la ven.

Sir Black continúa - Es un gusto conocer en persona a la leyenda. Sombrero Negro. Cuando Elize me habló de sus habilidades supe que era el indicado.

Después se dirigió a Alejandro - El mejor asesor del círculo de ladrones en Londres. Pensé al principio en contratar a Johana Maria Madeleine. Pero usted tiene un plus. Es universitario y conoce también el mundo de los negocios.

Y al final habla con Constanza - Hola Constanza. Espero que estés más tranquila que la ultima vez.

Constanza no responde. Sigue comiendo su pastelillo y bebiendo de su té. Solo le dedica una mirada de aprobación.

Alejandro habla - Sir Black. ¿Qué es la Operación Draco?

- Excelente pregunta. Excelente pregunta.

Joseph y los demás toman asiento al igual que Sir Black.

- Este es un grupo no reconocido de ciudadanos que queremos lo mejor para el país. Y el país nos necesita. Hay un sujeto que está armando una banda a las afueras de Londres. Su nombre es Adam West. Es americano. Desde hace años dirige una secta oculta llamada Dolorum Humanitas. Su objetivo es liberar al mundo del sufrimiento humano o eso creen. Queremos expulsarlo aunque eso puede ser... peligroso. Por ello los reuní.

Joseph voltea a ver a Elize. Siempre parecen entenderse al intercambiar miradas.

- ¿Pasa algo Sombrero Negro?

Sombrero Negro se inclina hacia adelante llevando sus manos hacia el frente formando una A con sus manos - Adam West es conocido en el círculo de los asesinos. Los contrata a sueldo cuando quiere limpiar el nombre de alguien.

- Esa es la clase de información que buscamos. Elize hizo una preinvestigación y encontró a una persona sin nombre ni antecedentes. Se hace llamar Sifaciem. Hace dos años estos dos personajes se entrevistaron por primera vez y desde entonces se han vuelto más crueles en sus métodos.

Alejandro levanta la mano y Constanza que está a su lado dice - ¡El cuadrado quiere hablar!

Sir Black le cede la palabra con un gesto como el que se usa para dejar pasar a las personas. - Abogado Alejandro, diga.

- Entre los ladrones hay un rumor. Alguien está comprando toneladas de químicos y arena. pen´se que sería relevante.

- Buena anotación Abogado. Bien. Ahora la parte difícil. - enciende un proyector - la banda de Adam West al parecer está formada por un peleador mercenario que siempre lleva consigo una playera con la letra E. Quizás sea su guardaespaldas y generalmente está en la puerta de la ubicación a las afueras de Londres. Una casa de cuatro pisos con un patio anexo. Le dicen El Inquisidor.

- Bonito nombre - dice Elize traviesa

- Después tenemos a un travesti. Para efectos de la organización se hace llamar Spring, Un asesino experto en dagas y armas ocultas. Habla varios idiomas y al parecer ayuda a Sifaciem al establecer los primeros contactos con gente de la política.

Constanza queda mirando a Spring enfundado en lo que parece una bata delgada que la hace ver como una geisha. - A esta tipa la he visto... ¿Dónde dice que dice que trabaja?

- En un cabaret. Un lugar sórdido donde algunos políticos la visitan.

- ¿Dónde la he visto? - Constanza se lleva la mano al cabello separándolo como si se fuera a hacer una trenza.

- El tercero es un brillante diplomático. Alguien muy inteligente para establecer acuerdos y negociaciones. No se dejen llevar por su aspecto de anciano. Tiene una lengua adiestrada y es quien más gente a reclutado para la causa de Adam West.

- Se llama Robert... Robert... Taylor.

- Así es abogado Alejandro. Es el hermano mayor de Jack Taylor.

- Ya l final tenemos a la secretaria de Sifaciem. Una muchacha asiática entrenada para matar tan rápido que no te darás cuenta que estuvo ahí. Se llama Amano Rei.

- ¿Japonesa? - dice Sombrero Negro.

Elize le toma la mano a Sombrero Negro - Cherrie, sé de tu debilidad por las japonesas. ¡Hombres!

- El objetivo es ... disolver este grupo. Separarlos, disgregarlos. Es difícil acabar con ellos. Con que se disgreguen será suficiente. Ahora las recompensas: - dice Sir Black extendiendo cuatro sobres a cada uno.

- Hay identificaciones, identidades falsas, toda la información que han escuchado y algo más. En el último sobre viene la recompensa en un contrato que deberán firmar. Espero acepten. La vida de mucha gente depende de ustedes.

Sombrero Negro abre el sobre con su recompensa. - ¿Esto es protección de por vida?

- Total protección. La gente para la que trabajamos tiene muchos recursos.

Alejandro abre el suyo - La carta para ingresar a Ludum Vanitas. ¿Cómo la consiguieron?

Sir Black señala a Constanza - Su compañera está más loca que una cabra. La consiguió al entrar a la casa de un político corrupto que fue invitado hace un año.

- ¿Saben cuándo se llevará a cabo el siguiente juego?

- Generalmente lo hacen cada tres años. pero si logran disgregarlos tardarán más.

Alejandro suspira. No tiene opción. Conseguir la carta hará que el juego tarde en presentarse.

 

V

- Miss Blooming, la noto absorta, distraída, no es usted últimamente. Algo le preocupa. Yo no pretendo ser su padre o algo parecido a lo que fue nuestro amigo Marco pero por favor si necesita ayuda solo dígame. - dice Jack Taylor quien ha llevado a Blooming a su oficina después de verla tomar un te con la cabeza apoyada en sus manos.

- Estoy preocupada Jack. Es Alejandro. Creo que lo mandé a un lugar peligroso. Yo... yo... - Blooming trata de contener las lágrimas.

- Ya veo. - Jack saca un dulce de ruibarbo y le ofrece otro a Blooming quien lo rechaza - nuestro abogado estrella. Miss Blooming no se preocupe mandaré al menos a una cuadrilla a que lo cuide aunque sea de lejos. ¿Está con gente peligrosa?

- Sombrero Negro...

Jack se lleva la mano a la frente.

- ¡Yiiiiiisus Craist!....¿En qué estaba pensando ese muchacho al escuchar a Sombrero Negro?

- Quiere conseguir una carta para el juego Ludum Vanitas

Jack se apoya completamente en el respaldo de su asiento. - Sombrero Negro es alguien misterioso y profundo. Nadie sabe si es buena o mala persona. Solo se sabe que asesina por igual a traficantes, mafiosos, políticos, ladrones, policías, procuradores.... Santo cielo...Miss Blooming... ¿mencionó a alguien más?

- A Elize...

- Fuuu... eso me tranquiliza. Al menos no es Monique...

- ¿Quién es Monique?

Jack saca de un estante un periódico amarillista con una escena atroz. Se ven varios cuerpos destazados dentro de lo que parece una cafetería.

- Sombrero Negro y Monique son una pareja imparable. Si se proponen algo lo consiguen. Hay rumores de que incluso han ... matado por placer.

- ¿Qué he hecho Jack?

- Tranquila Miss Blooming. Me encargaré personalmente de este asunto. no quiero que la boda .....

- ¿Boda? ¿Cuál boda?

Jack Taylor cierra los ojos al notar que ha metido la pata - Olvídelo Miss Blooming. Este cerebro anciano comienza a confundirse.

Blooming se levanta apoyando ambas manos sobre el escritorio de Jack Taylor - ¿Cuál boda Jack?

Jack Taylor abre las manos para tratar de mediar la situación - El Abogado Alejandro estaba a punto de pedirle matrimonio Miss Blooming. De mi cuenta corre que él regrese seguro aunque tengamos que salvarlo del mismísimo diablo que es Sombrero Negro.


VI

Sombrero Negro acaba de pasar toda la noche con Elize. Su cabeza da vueltas y vueltas. Puede sentir como la sangre le fluye de nuevo por las venas. Su instinto, su necesidad de atrapar presas vuelve lentamente con cada encuentro que tiene con Elize.

Ella se ha dado cuenta del efecto que tiene sobre él. Lo encontró casi como un manso corderito sometido a una vida rutinaria y que le parecía ridícula. ¿De verdad pretendía vivir como una persona normal obedeciendo las leyes?

Sombrero Negro trataba de contenerse, de calmar su ansiedad. El grito de sus víctimas últimamente regresaba en sueños. En lugar de sentir lástima podía identificar algo parecido al orgullo. Y en esos momentos el perfume de Elize lo provocaba más. Terminaba besándola intensamente para iniciar un juego.

Su mirada antes tranquila, sosegada y diáfana ahora parecía turbia. Su psique parecía irse difuminando, disolviéndose en otra diferente, pero ahora ya no sabía si esta era su verdadera forma o la sosegada y tranquila.

Trató de contenerse. recordó a su esposa y como se conocieron. En una oficina tranquila, saliendo a comer, platicando de cosas tan sencillas como el clima o las costumbres y tradiciones de su país. Logró calmar su tensión. Amaba esa vida sin sobresaltos, sin problemas. Inclusive pelear como una persona socialmente aceptable lo hacía sentirse lejos, muy lejos de su pasado.

Eso era Elize. Su pasado. La mujer con la que había establecido un vínculo tan fuerte a través de múltiples misiones. Eran un equipo que se complementaba tan bien que había rumores de si en realidad se trataba de una pareja casada que se divertía asesinando.

Abrió un libro y leyó una frase que parecía estarle hablando "No importa cuánto sople el viento capitán, la tormenta pasará. Volveremos al puerto, usted con su esposa y yo junto a la que juré cuidar."


VII

El día había llegado. Una tarde lluviosa de mayo nuestros "héroes" bajaron de una camioneta gris sin placas. Solo Constanza iba en su moto con una chamarra de cuero negro y un casco blanco con motivos de dragones y duendes.

Elize con su inconfundible peinado de cola de caballo y sus ojos verdes parecía más la líder de ese bizarro grupo. A su lado siempre iba Sombrero Negro ahora con ropas rojas y un sombrero de ala amplia de color negro haciendo alusión a su sobrenombre.

Alejandro se iba a quedar en la camioneta tratando de establecer alguna ruta de escape si algo salía mal. Constanza cuidaría las salidas para acabar con cualquier sujeto que tratara de escapar.

En la puerta El Inquisidor ya los estaba esperando. Levantó la mano indicando que no podían pasar.

Elize sonrió al ver lo musculoso que era, Habían medido prácticamente cada reacción que pudiese tener. Sombrero Negro se puso a la derecha y Elize a la izquierda.

- No pueden pasar. Propiedad Privada.

- ¿Está el Dios Silente? - pregunta Elize mostrando la palma de la mano señalando hacia adentro

Al escuchar ese sobrenombre el Inquisidor rió con sorna - Jajajajaja.... Vienen por el Dios Silente. Nadie puede verlo. Váyanse.

- Nos dejas sin opción. - dice Sombrero Negro

Comienzan a pelear. Sombrero Negro bloquea los golpes de El Inquisidor solo usando sus manos y un bastón que trae en la mano derecha.

El Inquisidor logra golpear su mentón y esto noquea por un segundo a Sombrero Negro.

- Ahh... Fuuu... eres fuerte.

- Jajajajaja... eres un palito de pan.. voy a romperte cada hueso.

- Pensaba que eras un vigilante Inquisidor...

- ¿Qué?

- Elize mi .... compañera acaba de entrar y ni te has dado cuenta.

- Diablos... Diablos... me has engañado...

- Creo que eres como un niño berrinchudo Inquisidor.- Y acto seguido la velocidad de Sombrero Negro se incrementa. Ni siquiera le da tiempo al Inquisidor de voltear cuando recibe tres golpes en la espalda.

- ¿Qué fue eso?

- Eso se llama el Golpe de la Sombra.

- Atacar por la espalda es de cobardes...

- No si empiezo corriendo desde que estoy frente a ti. ¿Lo repetimos? - dice Sombrero Negro sonriendo

Constanza se acerca y le dice a Sombrero Negro - Deja de jugar con musculitos... Yo me encargo. Corre tras de tu esposa.

- No es mi esposa... Pstt,,,, ¿por qué todos piensan que estamos casados?

- ¿Será por que ella te domina hermano?

Sombrero Negro le dedica una señal de pulgar arriba a Constanza y sigue adelante.

- ¿A dónde vas? Apenas empezamos sombrerito....

Constanza saca entonces una especie de cadenas unidas a unos postes pequeños algo pesados.

- Hmmm... una mujer motociclista. Jajajajaja.... Eres de las que no le tienen miedo a nada.

- Musculitos... me agradas... pero quiero regresar con mi mejor amiga antes de las diez. Hoy hay un concierto...

Balancea las cadenas esperando, esperando...

Cuando El Inquisidor se abalanza para cargarla Constanza suelta los postes haciendo que las cadenas vuelen hasta rodear los brazos pesados del hombre.

El Inquisidor no se detiene y toma a Constanza del cuello hasta levantarla entre sus brazos y las cadenas. La está ahorcando.

Los lentes obscuros de ella caen al suelo después de unos segundos cuando ella logra balancearse con las piernas y pegarle con las pantorrillas en el pecho. Apenas si logra zafarse empujando fuertemente sus brazos. Tose.

- Cof cof... cof... Maldita estúpida montaña...

- Jajajajaja.. eres atrevida. Pero no eres fuerte. Vas crujir como una varita pequeña.

El Inquisidor nuevamente corre hacia ella levantando ambos brazos y usa sus codos para asestarle un golpe en la cara. Constanza no puede evitarlo y cae al suelo lastimada.

- Slurp... jejejeje... es hora. Voy a tratarte como una dama mi motociclista de pelo castaño...

Constanza trata de zafarse de su abrazo de oso aún cuando está en el suelo. Puede sentir como su cuerpo se va venciendo con la fuerza de esa mole de músculos. Intenta morderlo e incluso pincharlo con una navaja que trae escondida en el brazo pero se le cae.

- Waaaaaa.... ya viene... ya viene... el crujir del primer hueso.. jajajajaja

Un hombre de traje aparece por detrás - ¡Suéltela!

- Uh... ¿quién es este bicho?

Constanza comienza a gritar de dolor - Cuadraddoooo... Correeeeeeee,,,

- Suéltela ya...

El Inquisidor sonrie y suelta a Constanza que casi está desmayada de dolor.

- Un bichito de plato de entrada... Hmmm... Te voy a aplastar pequeño...

Alejandro está parado ahí sin moverse, sin inmutarse.

- ¿No tienes miedo verdad? Eres raro bichito.

- Estoy muerto de miedo. Pero juré regresar. - Alejandro saca una navaja.

- Jajajaja.. que divertido... al fin algo de diversión.

Alejandro corre hacia él levantando la navaja. El Inquisidor le detiene el brazo en seco y le asesta un golpe en el estómago.

- Se acabó... jajajaja--- eres bicho aplastado.

está a punto de pisarle la espalda cuando siente unas cadenas que le rodean el cuello.

- Maldición... ¿qué?

Constanza lo levanta y con todo su peso balanceándose hacia atrás poniendo su espalda contra la de El Inquisidor. Logra levantarlo y fija los postes a un árbol . Lo está estrangulando.

El Inquisidor lucha con todas sus fuerzas para romper las cadenas.

Constanza le grita a Alejandro. - Levántate Cuadrado. Ayúdame.

Alejandro se levanta adolorido y va hasta ella. Se cuelga de las cadenas y con el peso de ambos logran desmayarlo.

- Fuuu - dice Constanza. - Tienes agallas Cuadrado. Me gusta la gente como tú. Que tiene sorpresas.

Alejandro aún dolorido solo le hace un gesto de pulgar hacia arriba y se desmaya también.

- ¡Genial! Ahora tengo que llevarme al Cuadrado conmigo. Si lo dejo con musculitos cuando despierte voy a encontrar a medio cuadrado.

 

VIII

Elize y Sombrero Negro han entrado al edificio donde hay un patio enorme. A su izquierda se ve una pequeña edificación que al parecer es el puesto del vigilante. Caminan hasta la casa principal donde hay muchos mascarones colgados en la fachada. Unos parecen la luna, el sol, un chivo, un borrego, un lince, un venado, etc.

Al entrar los recibe una persona con un traje de geisha, peinado suelto a la cadera y zapatos de madera.

- Bienvenidos. Casi se pierden mi ensayo del show de esta noche. Pasen por favor, pasen.

- Tú debes ser Spring. - dice Sombrero Negro con algo de fastidio.

- ¿No les parece que exageré con las sombras? Ay no... voy a tener que ir a que me arreglen de nuevo las uñas. Miren esta se ha ido un poco chueca.

Elize dice - Yo la veo perfecta.

- Oh.... querida.,,,, eres tan linda. Tu esposo es un grosero, deberías de regañarlo más seguido.

- No soy su esposo...

- ¿No? ¡Juraría que están casados! Se ven tan bien juntos. Oh My God... hasta ahí parados separados podrían ser una pareja de las que salen en las revistas. Ustedes.... expelen sensualidad el uno al otro. Lo gritan con cada poro de su piel.

Sombrero Negro voltea a ver a Elize - Me adelanto, puedes quedarte con ella.

Spring se emociona al escuchar que Sombrero Negro la trata como si fuera una mujer.

- Me retracto, tu novio sabe como tratar a las mujeres...

Elize sonríe - Tampoco somos novios, pero acá entre mujeres, me gusta mucho. No soy capaz de soltarlo ni tampoco de amarrarlo. Es muy difícil a veces.

- Oh.... Entonces es lo que dicen ... ah si... dicen..."es complicado".

- Muuuuy complicado.

- Lástima, creo que podríamos ser buenas amigas. - Spring lanza unas dagas hacia Elize quien las evade apenas lo suficiente para que no le corten el pelo de la cola de caballo.

- ¿No me vas a invitar a tomar el té primero?

- Se invitaron sin invitación.... ¿Eso es un poco grosero no crees?

- No había opción. Venimos a buscar a Adam West,,, - dice Elize quien saca también un juego de dagas.

- ¿Usas las mismas armas?

- Son mis favoritas.

- Veamos quien sabe usarlas mejor... - Así Spring inicia una especie de baile muy vistoso pero delicado en el que cada cierto tiempo gira las muñecas de las manos para lanzar dagas hacia Elize.

Ella hace movimientos acrobáticos dando giros y saltos. Pareciera que rodea a Spring en un baile diferente. Cuando Elize está de nuevo frente al travesti le lanza tres dagas hacia las piernas.

Spring salta grácil hacia una mesa que está entre ellas.

- Mucho mejor que mis compañeras asesinas.

- Gracias por reconocerlo. - dice Spring - no sabes el trabajo que me costó aprender a moverme así.

- Si lo sé. Los hombres no valoran la preparación en el baile, el ballet, las artes acrobáticas... son como niños que solo quieren usar piedras y palos.

Nuevamente Spring baila para Elize una danza un poco más rápida lanzando dagas al final de cada movimiento.

Elize de nuevo la va guiando haciendo saltos y piruetas solo que ahora al final se va acortando la distancia. Lanza dos dagas a los brazos.

Spring las detiene con unos cuchillos largos como si fueran una armadura improvisada.

- ¡Bailar contigo amiga me hace tan feliz!

- A mi también Spring - Elize sonríe algo agitada después de tanto salto. Sabe entonces que debe hacerla enojar o esto llevará mucho tiempo.

- Dime Spring.. ¿Porqué alguien tan talentosa sigue las ordenes de hombres como Sifaciem y Adam West? Podrías tener tu propia organización.. Tienes políticos a tus pies... Quizás uno de ellos es tu novio...

Spring cambia visiblemente de expresión. - Sifaciem es un.... oh jojojojo... querida.. ya veo que quieres hacer. Eres venenosa.

Elize entonces se da cuenta de la enemistad con Sifaciem, así que decide atacar esta vez ella mientras habla - Sifaciem es un.. ¿traidor?, ¿abusivo?, ¿ventajoso?, ¿roba créditos?, ¿Homofóbico?

Con cada pregunta suelta una daga que Spring logra desviar con sus cuchillos excepto el último que le corta ligeramente la mejilla.

Elize mentalmente lo nota - Así que Sifaciem es homofóbico... No te permitirá subir en la escala de la organización.

Spring enfurece por primera vez y sus ojos se llenan de lágrimas de coraje - Sifaciem ha envenenado a Adam... Antes yo era cercana a él. Lo odio.. - al terminar la frase saca ahora una especie de espada corta.

- Wooow... con que facilidad pasamos de dagas a espadas. Estás muy enojada Spring.

- ¡Lo estoy! Voy a imaginarme que eres Sifaciem y te cortaré en pedacitos. Los acomodaré en una caja de regalo para tu... "es complicado"... Has arruinado mi cara perfecta con ese corte en la mejilla.

- Yo no te trataré como un hombre Spring. Esta pelea es entre mujeres... - dice Elize mientras se suelta la cola de caballo.

Spring sonríe y hace un sprint. Una carrera corta y rápida colocando la espada en posición horizontal tratando de ensartar a Elize como si fuera un pincho. Ella se aparta y gira sobre sí misma para darle un golpe en la espalda. esto arroja al suelo a Spring.

Enfurece estando ahí sometida a los pies de Elize. - Ahhh... ¿cómo puedes ser tan buena? Ni siquiera se te ha corrido el maquillaje...

- Spring, cuida tu orgullo de mujer,,,, Si te sometes a bárbaros como Adam West o el mismo Sifaciem ninguna mujer gana... todas perdemos. Te daré otra oportunidad, levántate - dice Elize quien le ofrece la mano completamente abierta para ayudarle a levantarse.

Spring acepta con lágrimas en los ojos - Tienes razón amiga.. Quiero salir de esta organización...

- Solo hazlo Spring.. Pero... peeeeeeero... antes terminemos este duelo ¿si? Una pelea entre mujeres aquí y ahora,,,

Spring sonríe. Por primera vez se siente aceptada completamente por una enemiga.

Se prepara con un baile grácil y esta vez lanza dagas y cuchillos mientras Elize los evade apenas por milímetros. Cuando termina el baile nuevamente hace un sprint hacia Elize esta vez levantando la espada y bajándola en diagonal intentando atravesar el torso de Elize. Ella gira sobre sí misma esta vez girando las piernas dándole un golpe en la cabeza.

El duelo ha terminado. Spring se siente feliz a pesar de haber perdido.

- Vé Spring... haz de tu vida algo mejor que servirle a un homofóbico.. Cuida tu orgullo ¿si?

- Así lo haré amiga... así lo haré..

 

IX

Constanza lleva arrastrando de un brazo a Alejandro como si fuera la mantita de un niño. Al no poder pasar la puerta de esta forma, lo levanta y acomoda su brazo para pasarlo sobre sus hombros. El olor de canela y naranja de Alejandro le llega y la hace toser, le piza la garganta.

Unos instantes después de pasar la puerta encuentra a Spring quien trae una especie de caja amarrada a un tramo de bambú.

- ¡Hola! Más invitados. Perdón si no les ofrezco algo. Voy de salida.

Constanza la ve y nuevamente tiene la sensación de haberla visto antes en algún lugar. Suelta a Alejandro sin importarle que cae como un fardo en el jardín.

- Yo te conozco.... te conozco.... - dice Constanza acercándose a Spring a escasos centímetros de su rostro

- Si, yo si te recuerdo Constanza.... En una fiesta de motociclistas estuviste... conmigo.

Al escuchar eso Constanza se queda de una pieza.

- Tú eres.. eres....

- Ahora soy Spring querida.

- Me hiciste sentir confundida y ahora más. Ahh.. entonces que soy... ¿lesbiana? por besarte cuando creí que eras una mujer,,, ¿soy una mujer que le gustan los travestidos? - e inconscientemente se lleva la mano al collar en forma de serpiente que rodea un orbe.

- Eres Constanza. Una motociclista que besó a una mujer. Al menos eso sentí cuando me robaste ese beso. Sigues siendo impulsiva. Y veo que no te has olvidado de mi por ese collar.

Alejandro despierta lentamente aún confundido por el dolor. Mira una escena extraña. Una mujer acariciando el rostro de otra mujer. Una más femenina y delicada que la otra. Pero una de ellas no nació mujer.

- Bahhh - termina diciendo Constanza separándose de las manos de Spring - ¡tonterías!

Spring la mira como si se estuviera reencontrando con alguien - Aún te cuesta aceptar tus emociones Constanza. Quisiera quedarme a platicar pero algo me dice que esa pareja va a lograr su objetivo. Destruir esta casa... No quiero estar cuando eso pase.

Alejandro se levanta y señala una puerta pequeña del lado izquierdo. - Constanza, ahí es donde guardan los químicos que han estado comprando. Lo sé por que hay marcas de color en la puerta, manchas que dejan los contenedores de azufre.

- ¿Quieres ver que hay ahí Cuadrado?

Spring nota como Constanza se refiere a Alejandro y sonríe - Sigues poniendo sobrenombres a la gente que te agrada.

- Cuadrado no me agrada... Es tan.... cuadrado---

- ¿Entonces por que lo cargaste hasta aquí?

- Lo arrastré. Pesa mucho. Si fuera un círculo al menos podría llevarlo rodando.

Spring sonríe, sabe que no podrá sacarle ninguna otra emoción a Constanza. - Bueno me voy.

Constanza se levanta y siente como Spring la jala para darle un tierno beso - Hey.. hey.. hey... ¿qué carajos haces?

- Tú vas a cambiar mucho Constanza cuando aceptes tus emociones. No les tengas miedo. Hasta la vista...

Alejandro no sabe que pasa pero todo eso le causa una sensación extraña como si estuviese espiando a alguien en un momento muy personal.

- ¿Y tú qué ves cuadrado? Vamos.. hay que entrar por esa puerta.



X

Sombrero Negro apenas ha podido evadir los cuchillos de la secretaria de Sifaciem. Una mujer japonesa en traje sastre de color gris.

- Amano Rei. Soy Sombrero Negro. Un gusto conocerla. Lo digo de verdad. - dice tranquilamente Sombrero Negro.

Rei se acomoda los lentes que tienen poco aumento y que le dan un aire profesional. - Sombrero Negro, no tiene cita para entrevistarse con Sifaciem. ¿Viene como asesino, cracker u organizador buscando trabajo?

- ¿Usted me conoce entonces Rei?

- Sombrero Negro. Un hombre de treinta y tres años que inició una carrera como cracker a los escasos quince. Colaboró con la mafia para sabotear otras organizaciones y robar información. Después recibió formación marcial para volverse un ejecutor. Participó en al menos cincuenta misiones para ellos hasta que lo traicionó el Concejal y se quedó con el botín que obtuvo al saquear las bodegas de un traficante de personas. Después se unió a un grupo de la policía internacional en el que no duró mucho tiempo ya que no es capaz de seguir sus reglas. Finalmente conoce a Monique, una asesina a sueldo con la que forma un grupo mercenario. Desparece hace tres años sin dejar rastro.

- ¿Es mi fan número uno Rei?

- Filtrar información para Sifaciem es mi trabajo. - dice con una cara de poker.

- Oooookkkkkkeeeiiii..... - dice lentamente Sombrero Negro. - Voy a ser sincero contigo Rei. Me gustan las asiáticas. Sus modos recatados, el olor de su cabello, la forma tierna en la que a veces miran.

Rei no cambia en su expresión.

- Bueno, solo necesitaba decirlo. No quiero que te sientas intimidada por mis movimientos.

Rei sigue sin moverse ni expresar nada.

- Hmmm.... No... esto será aburrido.

- ¿Soy aburrida para usted?

- Si. Necesito que mi oponente sea igual de intenso que yo. Lo necesito. Y si no al menos a alguien que me de esa intensidad, Como Elize.

- Puedo ser todo lo intensa que quiera Sombrero Negro. Mire.... así... - y saca unas cadenas unidas a unas bolas de acero con navajas. Las balancea sobre su cabeza esperando a que Sombrero Negro se mueva.

- Esas cadenas están mucho mejor. Peero esa cara de poker...

Rei se suelta el cabello y se quita los lentes mientras hace una sonrisa. - ¿Y ahora?

- ¡Excelente!

- Entonces ya empecemos a pelear Sombrero Negro....

- Dispara dulce diosa...

Ella suelta la cadena y la bola de acero pega en la pared después de que Sombrero Negro salta a tiempo.

- Hace tiempo que quiero robarme algo de una asiática...

- ¿Qué es Sombrero Negro?

- Un beso...

- Ya veo. Usted es uno de esos que van haciendo el tonto elogiando a las mujeres que cree que son hermosas. Ahora veo como lo controla Monique....

El comentario hiere el ego de Sombrero Negro.

- Monique... Elize.. quisiera liberarme de ella.

Rei nuevamente suelta la cadena para ditigir la bola de acero. Gira dando un paso adelante y suelta la cadena en otro sentido para lanzar otra bola de acero. Ambas dan en la pared donde estaba Sombrero antes de saltar a una silla.

- Es usted un esclavo... un esclavo de Elize. Estoy segura de que con solo ver los ojos de ella u oler su perfume corre como manso corderito a ver si necesita algo.

Sombrero Negro sabe que está tratando de hacerlo enojar. Ríe.

- Elize es el cerebro de nuestro equipo. Cuando la conocí no sabía hacer muchas cosas pero si como conseguirlas. Me gusta mucho .... demasiado... pero jamás permitiría que me controlara.

- ¿Ah no? Déjeme adivinar ¿salió del retiro por ella verdad? - Ahora se mueve más rápido liberando al mismo tiempo ambas cadenas y arrojando las bolas de acero. Una de ellas pegan en el hombro izquierdo de Sombrero Negro.

- Ahmm... lo has conseguido Rei... Me has hecho enojar - la mirada de Sombrero Negro se hace profunda y turbia, el tono de su voz más grave, Sus músculos se tensan. Saca dos espadas largas y corre hacia Rei quien libera las bolas de acero en repetidas ocasiones como si fueran dos puños que van en diferentes direcciones,,

Sombrero Negro las evade y otras las bloquea dejando una espada suelta al ser enrollada por una de las cadenas.

Luego al acercarse a Rei gira para extender la espada hacia arriba. Salta para evadir las cadenas y desciende apuntando la espada hacia abajo tratando de ensartar el torso de Rei como si fuera una cuenta.

Ella enrolla la espada justo a tiempo con la cadena para detenerla apenas a centímetros de su busto.

Sombrero Negro está a escasos centímetros de su rostro que se ha deformado con el placer que le causa cazar a su presa. - Esta es la intensidad que buscaba en ti Rei.... Serías una buena asesina.

Libera la espada de la cadena de Rei en tan solo un segundo. Ella muestra una cara de terror al ver que ha cortado la cadena y ya no tiene armas para defenderse.

Sombrero Negro levanta la espada y está apunto de bajarla para cortarla en dos cuando escucha una voz: - Joseph ¡NO!

Es la voz de Elize quien con sus ojos verdes y su peinado de cola de caballo se acerca a Sombrero Negro desde atrás para abrazarlo y quitarle la espada.

- Joseph, regresa,,, tranquilízate. No venimos a asesinar si podemos evitarlo. Ella ha perdido.

- No soy Joseph... Joseph es un pusilánime... Yo soy Sombrero Negro...

- Cherrie, no.... No vuelvas a ser como ellos. ¿Sabes? Cuando te conocí eras tan tierno conmigo. Me siento un poco culpable por instigarte a matar sin contemplación, volverte frío...

Y después cherrie cuando vi en qué te habías convertido, un asesino sin límites, tuve que volverte a enseñar, ahora a detenerte... No me arrepiento cherrie si por ello terminaste dejándome y yendo con ella.... Te amo y por eso te dejé libre.

Sombrero Negro se tranquiliza... Trata de calmarse y finalmente llora.

- Soy un monstruo Elize....

- No cherrie... eres mi Sombrero Negro.

 

Interludio: Dos voces

Tú y yo
girando sin parar
no podemos soltarnos
queremos juntos estar.

Eres el gatillo
que me hace funcionar
también eres mi paz
en donde siempre quiero estar
¿dime es un sueño
un imposible
nuestro destino
o te tengo que soltar?

Soy egoísta
si no te dejo ir
tampoco te dejo de amar
solo déjame verte una vez más
un segundo, un instante
que se vuelva eternidad.

Bailando una danza peligrosa
en la obscuridad
a la orilla del abismo
jugamos a ser una pareja
que vive solo para amar.

¿Pero qué es el amor?
¿esta necesidad?
¿esta condena
que me ata y me hace regresar?

Olvídalo
si así es tu forma de pensar
el amor no duele
si no antes
te deja al fin ser tú
aunque lejos tengamos que estar.

 

XI

Constanza y Alejandro llegan a una bodega forrada de acero como si se tratase de una bóveda. Dentro hay contenedores.

- Esto no es azufre - dice Alejandro al mirar las cajas semitranslúcidas de un material parecido al plástico.

- Cuadrado, mira ahí. Esa lucecita parpadea,

- Es un ... una especie de deshidratador, Lo contrario a un humidificador. Seca el aire, le quita la humedad. ¿Por qué necesitan quitar la humedad del aire?

- A lo mejor aquí momifican a sus víctimas.. ¿no cuadrado?

- Hmm... déjame pensar Constanza.

- ¿De verdad piensas Cuadrado? Hace un rato te iban a destripar cuando enfrentaste a un tipo que te triplica en peso y tamaño. ¿En qué pensabas? ¿Te crees Superman?

- Cuando defiendo causas imposibles me pongo irracional..

- Me pongo irracional... Hablas como todo un Cuadrado. Mejor aléjate me vas a pegar tu rigidez.

- jajaja... -

- ¿Y esa risita? ¿soy tu payaso?

- No Constanza. Así me hablaba Blooming a veces. Si ella estuviera aquí me ... diría algo parecido para que piense de otra forma.

- ¿Blooming es tu Sorella? ¿Tu hermana? ¿Una cuadrada como tú?

- No, es mi novia. - dice Alejandro quien suspira al final

Constanza no hace ningún comentario lo que hace que Alejandro se extrañe. Constanza parece ser de esas personas que para todo tiene un comentario sarcástico.

- Espera creo saber por que me eligió Sir Black. Era para esto...

- Sir Black es un controlador. Si lo sabré yo.

- Esto no es azufre y necesita estar lejos de la humedad, del agua. Es sodio o potasio en su estado lo más puro posible...

- ¿Cómo lo sabes Cuadrado?

- Por que en el círculo de ladrones hubo un encargo para robar toneladas de este material a intervalos de un mes.

- ¿Y para qué sirve este sodio y potasio?

- No lo sé. Pero esto nos sirve para desmantelar la casa.

- ¿Me vas a decir o te mando una invitación Cuadrado?

- Solo hay que agregar agua y esto reacciona con una explosión. Una onda expansiva... Y por ende sonido y calor...

- Hmm... Cuadrado.. ya me estás empezando a caer bien----


XII

Se escucha la puerta cerrarse detrás de sus espaldas. Un hombre anciano con lentes de fondo de botella y pelo cano que apunta a todas direcciones lo hace ver como un científico. Señala con el dedo de forma acusadora a Alejandro.

- Tú eres el enviado de mi hermanito Jack. ¿a qué han venido?

- ¿Robert... Robert Taylor?

- Pfffff.... Abogado Alejandro. Pensé que tenía mejores gustos. Ella debe ser Miss Blooming. Su "querida".

Constanza se molesta visiblemente y hace el gesto de írsele encima a golpes pero Alejandro la toma del brazo. - Jamás andaría con alguien como Cuadrado, puaf....¡Y no hables mal de una mujer frente a mi anciano!

- Sir Taylor, venimos a desarticular esta organización. Adam West es un loco.

- ¡Adam West es nuestro salvador! Sifaciem ha conseguido lo que muy pocos. Ha logrado unificar a los asesinos con las conexiones políticas y corporativas de Adam. Está por nacer una nueva era. Una era en la que buscaremos el fin del sufrimiento humano.

- ¿Se está escuchando Sir Taylor? ¿Cómo puede nacer algo bueno de un grupo de asesinos?

- Eso mismo le pregunto Abogado Alejandro. Usted... se unió a una banda de ladrones por proteger a una mujer. No somos tan distintos.

Alejandro sabía que trataba de confundirlo.

- Ella un día dejará de ser una ladrona.

- No sea iluso Abogado Alejandro. Aún cuando consiga la protección de alguien poderoso ella no puede escapar de su pasado. Ella es una ladrona, creció siendo una, y aún hoy sigue haciéndolo. Cuando la libere ella volverá a serlo. Es su destino.

- Por supuesto que no. Ella vivirá una vida normal con..

- ¿Con usted? ¿Eso le ha prometido? Jajajajaja... Ese tipo de mujeres nunca cambia Abogado Alejandro. Jamás lo hace. Vea por ejemplo a Sombrero Negro.

- ¿Usted ha visto a Sombrero Negro?

- Claro que si. En este momento ya debe estar cayendo en la trampa de Sifaciem. Note usted como el caracter de una persona es su destino. Sabemos la naturaleza de Sombrero Negro. él nunca dejará de ser un asesino controlado por Monique. So, si controlas al maestro... controlas a la marioneta...


XIII

Sifaciem aparece en escena mientras Monique y Sombrero Negro siguen abrazados. Un hombre en traje negro y cabello relamido con guantes de cuero negro. Realmente parece un caballero amable y educado con rasgos mixtos entre italianos y sajones.

- Rei gracias por recibir a nuestros invitados

Su secretaria aún está en shock después de ver el rostro amenazante de Sombrero Negro a punto de cortarla.

- Es un placer conocer a una leyenda. Sombrero Negro bienvenido a Dolorum Humanitas. Si se une a nosotros tendrá no solo dinero. También poder. Le ofrecemos digamos.... este país para empezar.

Monique voltea sin dejar de abrazar a Sombrero Negro - ¿Adam West es dueño del mundo acaso?

- Pronto... pronto seremos dueños de cada gobierno de este ancho mundo. El sol brillará las veinticuatro horas sobre el imperio de Dolorum Humanitas.

Sombrero Negro se separa de Monique con la mirada tranquila - Si no sueltan tanto poder terminarán quemándose o creando su propia destrucción.

Sifaciem sonríe - ¿Quién podría oponerse a un imperio así?, ¿Dónde podría esconderse si tenemos a nuestros pies a la policía de cada país e incluso infiltrados en la policía internacional?, ¿Además de ofrecerles el fin de su sufrimiento, ellos acaso no nos adorarán como dioses?

- Están tan locos que Adam West se hace llamar ahora el Dios Silente.

- No importa como quiera llamarse. Es un aliado estratégico en la conquista y control del mundo. Sombrero Negro, si no es suficiente le ofrezco entonces, veamos.. toda Europa. Usted se merece eso y más, por que es una persona talentosa. Vuelva a ser el asesino sin piedad y construyamos juntos el nuevo orden mundial.

Sombrero Negro cambió de semblante. La codicia se reflejó en su rostro. Sus ansias de asesinar parecían ir regresando al tomar la espada de las manos de Monique. - ¿Qué pasaría si me niego? ¿Dejarás ir tranquilamente a Constanza mientras tenemos un duelo?

- Hmm... Constanza, la motociclista ... Monique la asesina... Alejandro el Abogado.... Joseph el empleado.... ¿qué pueden hacer contra nuestra organización? Nada. Pueden irse. A mi solo me interesa Sombrero Negro. El asesino de políticos ...

- Me usarán para atemorizar a los gobiernos....

- Sombrero Negro, usted sería el controlador de todos ellos... Piénselo.

Sombrero Negro toma la espada y corre hacia Sifaciem quien bloquea el ataque deteniendo la muñeca derecha de él.

- ¿Cómo lo hizo? Nadie ha prevenido mi velocidad...

- Sombrero Negro le voy a contar un secreto. También fui entrenado como asesino. Si quiere vencerme debe ser más rápido que yo.

Mientras esto pasa Monique trata de atacar también a Sifaciem.

- Intensa mujer doblegando a un lobo en la noche. Así los veo. El problema con Monique es ,,, que está lejos de ser tan despiadada. --. al decir esto toma del brazo a Monique sometiéndola en una especie de llave que la dobla de rodillas.

- ¿Qué dices Sombrero Negro? ¿La rompo?

- No lo escuches Joseph. Quiere provocarte, quiere que seas un asesino... - dice Monique dolorida

Sombrero Negro ve como Sifaciem toma del cabello a Monique y se acerca poniendo sus manos para estrangularla.

- ¡Vamos Sombrero Negro! Salva a tu "querida"

Sombrero Negro finalmente explota. Sus ojos nuevamente son turbios. Corre hacia Sifaciem quien bloquea su ataque nuevamente. - ¿Eso es todo? No... Aún no despiertas completamente. Vuélvete una bestia sedienta de sangre o la mataré... - y voltea para seguir con Monique.

Es demasiado rápido piensa Sombrero Negro...- ¿Cómo me hice tan rápido? ¿Cómo me hago más veloz?

- El tiempo corre Sombrero Negro. Monique no puede respirar con mis manos alrededor de su escandinavo cuello...

Entonces Joseph recuerda a su entrenador. No lo hizo concentrase en la velocidad si no en la necesidad de una meta. No en patrones repetitivos si no en su reacción ante algo inesperado.

Sombrero Negro guardó la espada.

Sifaciem aún teniendo las manos en el cuello de Monique la levanta mostrando su desesperación. - Te quedan a lo más 10 segundos Sombrero Negro. No veas morir a tu chica,,,,

Sombrero Negro corre sin desenfundar la espada. Se concentra en cada paso, en cada respiración. Aparta los pensamientos de la meta que son cortar o salvar a Monique. Solo piensa en cada paso, cada respiración. Siente su propio peso balancearse hacia adelante, el aire rodeando su cuerpo, también la temperatura. Olvida que es Sombrero Negro, él solo es..... una persona tratando de salvar a otra. Una más en este basto universo donde sus acciones solo afectarán su propio futuro el de nadie más.

Cuando da el último paso cierra brevemente los ojos. Puede ver todo su pasado. Cuando aprendió a ser un cracker y así salir de la pobreza. Cuando el Concejal lo invitó a volverse un asesino y así dejar de ser un peón en las computadoras- Con cada paso que dio se volvió más fuerte. Quizás perdió humanidad pero nadie le decía que debía hacer. Después recordó los ojos de Monique cuando la conoció. Sus palabras, su cuerpo, todo eso que lo convirtió en una persona independiente, lejos de la mafia o el gobierno.

Desenfundó la espada como si fuera un relámpago mientras abría de nuevo los ojos y finalmente lo comprendió. No podía controlar su pasado, solo podía aceptarlo, abrazarlo y dejarlo atrás.

Levantó la espada consciente, totalmente consciente esta vez sin el instinto asesino de antes cuando Monique lo instigaba y sentía placer con el terror de sus víctimas. Respiraba lento y acompasado generando una velocidad más allá de lo que se hubiera imaginado.

Al bajar la espada, Sifaciem apenas estaba dándose la vuelta, no podría detenerlo esta vez. Sombrero Negro sonrió como si estuviera viendo una escena que le daba felicidad. Ahí estaba Monique la mujer que le había enseñado a no someterse a nadie por que siempre confío en él, siempre vió en él lo que nadie, ni siquiera él pudo ver. Un hombre capaz de ir más allá de sus propios límites. miedos y dudas.

Sombrero Negro bajó la espada llevando la guarda contra la nuca de Sifaciem quien iba volteando a ver lo que pasaba. No pudo reaccionar a tiempo y cayó desmayado.

Monique tosiendo fue hasta Sombrero Negro para abrazarlo. Ahora era ella quien lloraba al parecer de felicidad.

- Cherrie, tuve mucho miedo. Pero te vi,,, ¡te vi!... no perdiste el control... - y comenzó a besarlo repetidamente - sabía que podías hacerlo cherrie

Sombrero Negro tenía la mirada clara, serena como cuando es Joseph y tomó a Monique de la mano la cual se la llevo al corazón.

- Elize... es tu verdadero nombre.

- ¿Cómo lo supiste cherrie? - dice ella desconcertada

- Esta iba a ser nuestra última misión. Eso dijiste. Pero siempre te llamaste Monique. Si iba a ser la última querías que te conociera de verdad... Solo puedes conocer de verdad a alguien si le permites conocer tu verdadero nombre.

Elize.... ¿quieres casarte conmigo?

Ella no supo que decir. Se quedaron ahí mirándose largamente sin decir ni una palabra. Con los ojos se decían todo.

- Cherrie, imposible. Pero sé que siempre estaré en tu corazón Y tú estarás en el mío.

Sombrero Negro sonrió. - En esta vida no Elize. Hasta que nos volvamos a encontrar entonces.

 

Interludio II: En esta No.

 

XIV

Constanza había amarrado a Robert Taylor quien seguía con su letanía de que estaban cometiendo un error al retrasar el dominio de Adam West sobre el mundo. Estafa fastidiada de escucharlo, pero lo que más le enojaba de él era que parecía un misógino. Se refería a cualquier mujer con adjetivos despectivos como "su querida", "la mujer de todos", "una tonta ridícula" y otros más subidos de tono.

Se quitó la chamarra de cuero para descansar un rato. Sus tatuajes llamaban siempre la atención de Alejandro, una persona interesada en el arte. Tenía un placer culposo por admirar esos dibujos de colores opacos. Miró el tatuaje en forma de flores que tenía sobre el hombro izquierdo.

Constanza notó su mirada y se pasó la mano sobre el hombro: - Cuadrado, eres un pervertido....

- No,.. no... no.. yo..

- Jajajajaja ... - rio Constanza - eres un cachorrito tierno Cuadrado. Estoy segura de que tu novia debe darse unas divertidas contigo haciéndote bromas.

- Creo que es la primera vez que te veo reir Constanza...

- Es que eres tan Cuadrado... jajajaja... ahh.... no sé como conseguiste novia. Ella debe ser tierna o ... no sé.. noble... muuuuy en el fondo. Por lo que dijo el anciano ella es una ladrona...

- Lo es - dijo Alejandro

- ¿Quieres que ella viva contigo en un mundo donde esté libre de los robos y la gente mala como Sombrero Negro, Elize y yo?

- Si, es lo que hemos estado buscando,,,

- Cuadrado, eres un inocente...

- ¿Porqué dices eso Constanza?

- Mira a todos los borreguitos que viven en sus casitas perfectas allá afuera, llenos de deudas, hijos, cosas con lucecitas... No podría vivir así. Me aburriría a los 15 minutos. Tú eres un Cuadrado y tal vez eso sea para ti... pero yo no... Solo quiero que hagas algo Cuadrado. Antes asegúrate de que tu novia realmente quiere lo mismo que tú. No la hagas seguirte a ciegas...

Alejandro no había escuchado a Constanza decir más de una frase inconexa y llena de sarcasmo.

- Además - continuó Constanza - ahhhmm.... me caes bien Cuadrado. Me salvaste antes con "Musculitos". Tienes agallas. Seguramente eso fue lo que le gustó a tu novia... No la dejes olvidar eso Cuadrado...

- ¿Te pasa algo Constanza? Hablas como si te estuvieras despidiendo...

Constanza abrazó a Alejandro - ¡Me estoy muriendo Cuadrado!... No se lo he dicho a nadie por que no tengo a nadie..

- ¿Y tu amiga?

- Ella no sabe nada. Pero hoy tuve miedo... Si no me hubieras salvado quizás me hubiese dejado morir...Lo pensé...

Alejandro no sabía que hacer. La abrazó dejando que se sintiera un poco segura. Una mujer ruda como ella estaba abriendo sus emociones y eso era difícil.

- ¿Cuánto tiempo tienes Constanza?

- Dos, tres meses... maldita enfermedad...

- Sir Black, ¿lo sabe?

- No, nadie,.... no se lo digas a nadie...

- ¿Qué eres Constanza? No eres una ladrona por que si no ya te hubiera ubicado al menos una vez en las oficinas de Jack, Tampoco eres una asesina por que Sombrero Negro y tampoco Elize te ubicaban,

- Soy alguien que nadie quiso Cuadrado. Tuve que vivir sola siempre. Aquí y allá hasta que me encontró Sir Black. Me prometió paga a cambio de misiones.

Alejandro escuchó pasos y se separó de Constanza. Era Elize quien se detuvo en la puerta al ver esa peculiar escena. - Ahmm... muchachos. Ya nos llevamos a Sifaciem y a El Inquisidor. Se acabó la misión.

- ¿Se acabó? ¿es todo?

- Así es Alejandro. Ya se acabó.

- ¿Y las explosiones, balas, planes...?

- Ves muchas películas de acción Alejandro. Esta misión no es para acabar con alguien solo había que disgregarlos, ¿quieres hacer algo antes de irnos? Puedo dejar que lo hagas. Le diré a Sir Black que lo hicimos accidentalmente - dijo Elize guiñándole el ojo a Alejandro

- Ah no no no... es solo que sentí que no hice mucho., que sería más difícil.

- Agradece que no estaba Adam West aquí. Ese loco seguramente no nos hubiera dejado ir.

- Ok, ok... ¿y Sombrero Negro? ¿nos espera en el auto?

Elize bajó la mirada, no la pudo levantar mientras decía - Sombrero Negro se fue. él nunca volverá cherrie.

 

XV

Joseph había vuelto a casa. Respiraba el ambiente de su hogar en el que se sentía mejor. Veía las cosas con una nueva perspectiva. La de Sombrero Negro y la de Joseph unificadas.

Abrió la puerta y encontró a su esposa sentada en la mesa del comedor con las manos extendidas. parecía una esfinge. Tenía marcas en los ojos lo que delataba que no había podido dormir.

- Regresé. Estoy en casa.

Su esposa no dijo nada ni se acercó a él. En cambio extendió el teléfono. Tenía una fotografía. Eran Elize y él en el aeropuerto besándose.

Joseph supo que debía una explicación. ¿Pero ella le creería?

- ¿Quién es ella Joseph?

- Es ... una exnovia...

- ¿Exnovia? ¡No me quieras engañar Joseph! Aquí se ve otra cosa.

- Ella... fue ... algo que ya terminó.

- Ah si claro... - comenzó a llorar - ¿y eso dónde me deja Joseph?

Joseph dudó si decir la verdad o no. Prefirió decirla aunque sabía el resultado.

- Yo... no he sido sincero del todo. Ella es una .... asesina... Yo también lo fui. Tuve que ayudarla con un encargo. No volverá a pasar...

Su esposa se quedó seria

- ¿De verdad esperas que te crea es ... mentira? Solo tratas de zafarte de esta pelea

- No, es verdad. Mira. - Joseph sacó sus espadas. Las desenfundó para que su esposa apreciara las manchas que les hizo al cortar el acero de las cadenas de Amano Rei.

Su esposa se quedó mirando las espadas incrédula.

- ¿Eres qué...?

- Ya no lo soy,,,

- ¿Y ella es..... tu amante?

- No. Se acabó también. Quiero estar a tu lado... Quiero una vida normal...

Su esposa lo miró herida - Joseph... ya no sé quien eres,, Me dices que no eres un oficinista.. Así te conocí y luego esta foto.

Joseph se sintió culpable.

- Lo siento yo...

- Vete...

Joseph se quedó en la puerta parado sin saber que hacer.

- Vete... ¡que te vayas! Tú no escuchaste a mi familia hablando pestes de ti y de tu amante,,, Solo vete. No te quiero volver a ver...

Joseph sintió a su esposa y lo dolida que se encontraba.

Salió a la calle y caminó con sus cosas sin rumbo.

Se detuvo en una cafetería a descansar del vuelo. También se puso a meditar. ¿Qué haría ahora?

Pensó en todas las consecuencias que probablemente se presentarían más adelante. Debía dejar que su esposa lo aceptara y después volver a tratar de convencerla de que eso había terminado. No quería dejarla. Realmente la quería y necesitaba hacérselo saber.

Salió a la calle. Caminó escuchando el ruido de los automóviles y se perdió en el mar de gente yendo y viniendo como una persona más, una persona que estaba segura solo de una cosa. Esa era el tipo de vida que quería con todos sus problemas, sus bemoles, sus alegrías o sus tristezas.

Ese era su hogar.

 

XVI

Blooming recibió muy contenta a Alejandro en casa. Ambos se disfrutaron mucho después de darse cuenta de que Alejandro estuvo en peligro y tuvo mucha suerte.

La carta estaba ahí. Blooming podría jugar el siguiente Ludum Vanitas

Pasaron algunos meses en los que Blooming y Alejandro recibían regularmente la visita de Constanza a quien ayudaron en sus últimos días.

La cuidaron ambos dándole más ánimos, tratando de hacerla sentir bien. La mañana que partió ellos no lo supieron hasta un día después.

Ese día también Alejandro descubrió algo. Le empezaba a costar enfocar la mirada en las letras pequeñas.

No le prestó atención. Siguió yendo a trabajar sin ir al médico.

En una junta le costó trabajo concentrarse. Algo iba mal.

En medio de una junta se desmayó.

Blooming lo alcanzó en el hospital donde un doctor le informó de su condición. Inflamación en el cerebro por causas desconocidas.

Estaría en coma...

No sabían cuanto, semanas...meses.,... años....

El solo escuchar eso le partió el corazón a Blooming. La estaba dejando sola. Su Alejandro se iba dejándola sola con el último paso

El juego tardaría en organizarse. Algo dentro de Blooming tuvo miedo.

Por primera vez se sintió sola. Sin el apoyo de alguien cercano como Marco o Alejandro. Jack la apoyaba pero no era lo mismo.

Esperaría a Alejandro... ¿pero cuánto?, ¿el volvería?

Después de tres años más apareció la invitación formal.

Un sobre con las letras DH que validaban a su vez la carta que consiguió Alejandro,

Blooming se preparó para jugar Ludum Vanitas...

 

Creo que voy a hacer costumbre escribir después de cada historia Perdón pero quiero hacer una precisión.

Ludum Vanitas es un relato que ya existe. De hecho Johana Maria Madeleine o Blooming es un personaje dentro del universo de relatos acerca de Dot Hacker.

En Ludum Vanitas Blooming finalmente se libra de su pasado... solo que XD como estas historias se cruzan quiero ampliar ese relato. No sé que tan válido sea en este foro, pero voy a retomar la historia y la voy a editar haciendo énfasis en Blooming.

Después de Ludum Vanitas ocurre que Johana crea la mansión Blooming con una familia poco ortodoxa, pero ¿y Alejandro?

Waaaaaaa... esa es otra historia