¡Son verdades conocidas! Décimas.

Nada de todo lo dado

vale la pena, chiquilla,

si no das tu maravilla

a quien su Luz te ha otorgado.

El cielo presta cuidado

al verdor de tu mirada,

pone en ella la alborada

y este anochecer gigante

que se agota fascinante

al brindarnos madrugada.


Todo se vuelve querido,

querido y pleno de vida

si le das la bienvenida

al cariño presentido.

El Amor más decidido

llega ingente de su mano,

se propone cotidiano

a empaparte la existencia

con el Agua de la Esencia

del Misterio soberano.


Nada se obtiene, preciosa,

si no alimentas el fuego

no dejando para luego

el sentirte esplendorosa.

Trascender no es otra cosa

que mirar bien hacia adentro,

elevarte desde el centro

con veracidad perfecta,

altitud y en línea recta…

ascendiendo hasta el Encuentro.


Todo es un Todo increíble,

brillos de una llamarada,

plenitud acrecentada

por un celaje invencible.

Todo es Dios inconcebible

viviendo en todas las vidas

que se tornan resarcidas

si lo buscas insistente.

Dios es Dios, tenlo presente.

No existen otras salidas.


¡Son verdades conocidas!

 

Muchísimas gracias, Veles, por tan amable comentario. Saludos cordiales.
Esteban.