1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Soñador de Horizontes

Tema en 'Prosa: Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por Jose Anibal Ortiz Lozada, 23 de Mayo de 2024. Respuestas: 0 | Visitas: 38

  1. Jose Anibal Ortiz Lozada

    Jose Anibal Ortiz Lozada Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    6 de Mayo de 2024
    Mensajes:
    184
    Me gusta recibidos:
    345
    Género:
    Hombre
    En el rincón olvidado de un café en París, el soñador de horizontes despierta su imaginación con el aroma del café negro. La ciudad palpita a su alrededor, pero en su mente, las calles se transforman en laberintos de posibilidades infinitas. Sus dedos tocan el borde de la taza como si fuera el límite del mundo, y con cada sorbo, un nuevo universo se despliega ante él.

    Los transeúntes son sombras danzantes, figuras efímeras en su teatro personal. Cada uno con una historia que se entrelaza y se desenreda en los pliegues del tiempo. El soñador observa, absorto, como si pudiera descifrar el secreto del universo en el parpadeo de una luz de neón, en el susurro del viento que acaricia las hojas de los árboles.

    Su mente divaga, saltando de una realidad a otra, como un viajero entre dimensiones. En una, es un poeta maldito que escribe versos en servilletas manchadas de café; en otra, un explorador de mundos invisibles, cartografiando el alma humana. Los recuerdos y las fantasías se mezclan, formando un mosaico de colores y emociones que desafía toda lógica.

    El tiempo se detiene en ese rincón, y el soñador de horizontes se convierte en el eje de su propio cosmos. Sus pensamientos vuelan libres, dibujando constelaciones de palabras en el firmamento de su mente. Cada estrella, un destello de inspiración; cada galaxia, un poema en prosa esperando ser descubierto.

    Al final del día, cuando las luces de la ciudad empiezan a titilar y el murmullo de la noche toma el relevo, el soñador se levanta, dejando tras de sí el eco de sus sueños. El café se cierra, pero en algún lugar, en algún rincón olvidado del mundo, otro soñador de horizontes despierta, listo para continuar el viaje, para abrir nuevas puertas y descubrir los secretos que el universo guarda celosamente.

    Y así, en la danza eterna de la creación, el soñador de horizontes se convierte en el puente entre lo conocido y lo desconocido, un faro de luz en la vastedad de la existencia. Con cada paso, con cada pensamiento, forja caminos invisibles que otros seguirán, trazando mapas de esperanza y maravilla en el lienzo del mundo.

    Porque al final, somos todos soñadores de horizontes, navegantes en el océano de nuestra propia conciencia, buscando siempre ese rincón mágico donde los sueños se convierten en realidad y la realidad, en poesía.
     
    #1

Comparte esta página