Soñando, soñé que soñaba.

Soñé, que iniciábamos una desescalada de una montaña que nos había cubierto de miedo.
Que mientras bajábamos nos encontrábamos con brazos extendidos en petición de calidez, con labios deseosos de besar otros labios, con cuerpos inertes que no pudieron seguir escalando y quedaron confinados en la fría montaña.
Soñé , con risas de infantes guardadas en recuerdos, pintadas en lienzos para que no se caducara el momento de la dicha del conocimiento. Los niños reían disfrutaban del encierro, al fin solo sus papás eran sus deseos. Ellos y su hogar, nada más rozaba lo esplendido.
Soñé, con habitaciones blancas, limpias en exceso que guardaban almas, aromas a huesos, pensamientos de los que allí estuvieron, versos descalabrados de corazones sufrientes, que los guardianes jamás consiguieron curar.
Soñé, con estantes llenos de esperanza, de la espera de un final feliz.
Soñé en realidad con un mundo mejor, a costa de las lágrimas de algunos y el dolor de todos.
Soñé, con los niños olvidados, los que a mi corazón mas daño causaron, busqué como loca al imaginado, al soñado, al niño que me habitaba . Comprobé que a muchos la sociedad había desechado, nunca, ni con mas dolor lloré tanto. Esta vez a mi niño interior no pude salvarlo.
Soñé también conmigo, con que tú, el amor, me acompañabas y ponías mi cuerpo entre ti y la nada. No me quedaba otra que confiar, o retirarte de la historia.
Me quedé ahí, sin pensar, si me caía al vacío me dolería, si te ibas moriría.
Abriré los ojos pensé, y acabará la pesadilla.
Desperté y pude comprobar que la vida seguía, que lo único que cambiaba es que yo no sabia que sucedería y eso, lo pinte con el color de la Fe para resistir la embestida. Le dibuje unos aros dorados a la Esperanza, y le puse alas a la Libertad. Besé a la Ilusión con todas mis ganas hasta que la Paz me hizo suspirar, y entonces , solo entonces me Entregue al nuevo día, olvidando todo aquello que había soñado.

SHA