Soneto a la semilla del mal.

Ved la danza marchita del cogollo,
​

de dulce melodía de tiniebla​

y de sol, que despierta con la niebla​

de la oscura presencia de un escollo,
​

con savia viperina en su meollo,​

bulbo tierno y femíneo que se amuebla​

al hogar de los muertos, el que puebla​

las fauces de un averno y su frangollo​

de cielo y tierra, luz y sombra; vida​

de caídos alados sin encanto​

para la salvación. Así bebida​

por la boca de Milos con su canto​

sembrado en la corona corrompida​

de este género humano con su llanto.​

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¡ Por Dios! Que maravilla de soneto amigo. Una verdadera obra poética para deleitarse.
Mis aplausos sinceros.
Abrazos.

 

No te puedo dar reputación . Regresaré.

 

Escribes de maravilla y tu poema
es tan bello que no se ni como comentarte.
Me ha gustado mucho y te felicito por ello.
Saludos cordiales y Bendiciones todas.

 

Increíble, un gusto leer tan buen soneto. No me lo perdí
Abrazos.