Soneto a Sabory

En la plaza Mayor de un pueblo de la sierra
la partida echa al mus en siesta y con calor
en sombreada mesa; trolero y charlador,
envida a grande tres y cuatro a pares cierra.

Sin mínimo rubor en la diatriba encierra
su jugada maestra con cuento bullidor
y gracia zalamera deja al postre postor,
pasa, otro mete dos y el órdago no yerra.

Cuando al mus quiere ganar ha de respetar mano
pero nunca abusar, falta es de inteligencia.
Si cartas no han de entrar engaña sin marrano.

Es buen jugón de mus, de mentira hace esencia
discreto pasa señas y como un cartesiano
en su dualidad usa a veces la paciencia.


​

Antonio Nieto Bruna

 

Muchas gracias estimado Jorge, celebro que te gustasen estos versos.
Un abrazo.

 

Así fue estimado Alex, recuerdo que te lo prometí antes de tu merecido reconocimiento, por lo que mi promesa sigue en pie de hacer un intento de tu bella creación, espero que tengas paciencia pues se une a mi exceso de trabajo mi falta de inspiración y a veces hasta mi desencanto, aunque lo prometido es deuda.
Mil gracias por tus siempre amables comentarios a mis versos.
Un abrazo, amigo.

 

El gusto es mío de verte en ellos querida amiga.
Un abrazo.

 

Muchas gracias estimada Matílde, celebro que te gustasen estos versos, que como muy bien dices tiene su particular liturgia.
Un fuerte abrazo.

 

Celebro que te gustase Luis, gracias por pasar y por la adecuada correción.
Un abrazo.

 

Así es amigo Cesar.
Muchas gracias a ti por pasar y dejar tu huella en estos versos.
Un abrazo.

 

Ya sabes estimado David, que muchas veces la mejor seña, es cortar, sobre todo si quitas mano.
Un abrazo.