Soneto a una mujer de cristal.

Grita que es un dominio el futuro que se pierde,
allá descansas y hay lágrimas de plástico.
Al olvido son las voces y un reloj mágico.
(ahora no lo entiendo y es demasiado tarde).

Duerme, sueña y muere; y en tu sueño no la omitas.
Besa el veneno que tus lágrimas van a oxidar.
Entrégame tus recuerdos, que sin cuerpo no los necesitas.
(y más allá omítela, háblale despacio, que puede despertar).

Manos de hojalata que no nacen de tus manos
que esta noche nace del barro la mujer soñada.
Dibujan estas manos de noche en garabatos,
unos ojos que no gritan que no es olvidada.

Y cuando me desvisto para quedarme contigo
entre el ojo sólo veo el cuerpo desnudo
y entre el cuero de papel el constante castigo
me recuerda que la silueta no es del mundo.





(En recuerdo a Carmen, una mujer de cristal. Tu hijo no te olvida).

 

Precioso y entrañable poema, amigo. Hermosa forma de recordar a una mujer especial, con versos desde el corazón y los sentimientos.

Mis felicitaciones y estrellas.

Un abrazo.

 

Muchísimas gracias María. Es un verdadero placer poder oir algo así

 

creo que vuelvo a la vida cuando te leo...
todas esas imágenes me recuerdan que hace un tiempo mi foro favorito era el surrealismo.

ojála vuelva la tinta...:::lengua1:::

 

Muchísimas gracias Sheila, tus palabras son un lujo.

 

un poema muy original, aunque para serle franca, tiene asonancias en rimas y métrica, pero no quita lo bello de él, saludos

 

Tiene toda la razón pero responde a una causalidad. No me gusta encadenar las palabras a una métrica/estructura que hagan de carcelero.
Muchísimas gracias por comentar, siempre es un placer.

 

cómo entran... crudas, maduras... me recuerda que la silueta no es del mundo. es genial. Y, no, casi que el mundo pasa por ser ruido... Magna obra. Felicidades. Gracias.