Soneto a Víctor

Brilla con su expresión, bella y arcana,
única, natural, tierna y gentil,
íntegra de emoción, clara y cercana,
de alma tan especial, dulce y pueril.

Es contra la razón regla que gana
toda la excepcional forma sutil,
hizo que la pasión fuera liviana
dándonos su jovial aire infantil.

Siempre nos quedará santo y ungido,
aunque en su dormitar pueda tener
manta que velará sueño perdido.

Nunca abandonará libre su nido
hecho para abrigar límpido ser.
¡Quién te cobijará hijo querido!​

Antonio Nieto Bruna
Copyright©
6-1-2016

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La verdad que bajo mi humilde opinión, estimada Edith, si el último terceto no remata, creo sinceramente que el resto del soneto pierde parte por no decir toda su funcionalidad poética, por ello mi inconformismo continuo sobre ese punto; tengo la sensación que logré expresar casi todo lo que quería, pero no del todo, bueno al menos creo que fue mejorado gracias a tu pregunta, la cual me dio indirectamente la respuesta de que había cierta dualidad en el resultado final.
Muchas gracias por tan generoso y bello comentario y por tu tiempo.
Un abrazo.

 

El placer es mío siempre, de verte por mis letras, estimado Castro,
celebro que te gustara este soneto.
Saludos cordiales.

 

Celebro que te gustarán estos versos, estimada Lourdes,
gracias por dejar tu bonito comentario y por tu visita.
Un abrazo.

 

Celebro que te gustara este soneto, estimada Marga, es verdad que a veces se usan palabras poco usuales, pero bueno pienso que en ocasiones se requieren.
Gracias por tu sincero y bonito comentario.
Un abrazo.

 

Gracias querido Jorge por tus palabras.
Un abrazo.

 

Celebro que te gustaran estos versos, estimado Luis,
gracias por tu bello comentario.
Un abrazo.

 

Celebro estimado Epimeteo que te gustaran estos versos y celebro tu generoso comentario, gracias por dejar tu huella en ellos.
Un cordial saludo.