Soneto Queja

Soy aquel abandonado erial
que arroja un quejido abrumador
al recordar la lejana pasión
envuelta de un gusto solimán.

Un simún enloquecedor me rodea
agitando mis pastos, mi tierra,
sin sabores son a mi piel diadema,
y el corazón que grita su condena.

Se desatan sollozos de una lid,
me dejaron solo una senda de huellas,
pues nadie ha plantado aquí.

Espero que el cielo drrame amor
saciando mi sed,convertida en lluvia,
y nazca de mi yermo una flor.

 

me agrado mucho tu poema
cuida más tu ortografía
saludos

Edu

 

Hola, aqui paso para acompañarte, y no te sientas tan solitaria amiga, no más quejas. Un gusto leer tu poema. saludos
¡SONRIE!

 

Gracias por sus palabras...!Son mi compañía!

 

En momentos de la vida nos toca esperar poder renacer...

Pero contamos con las letras para llorar la espera!




Saludos