Soneto repentino y triste

Dios sabe que he vivido solamente
soportando la carga del destino.
No entiendo lo azaroso de mi sino,
no hay tregua ni paz para mi frente.

Quizás llevo una marca permanente
tatuada sin querer en mi camino,
la dicha del amor en cual me obstino
no puedo conseguir por más que intente.

Sin suerte,violentada y medio herida
aún lucho contra todo y me resisto...
¡Si no hay ventura en mí,si está perdida

no entiendo la razón por la que existo!
¿Será que pagar debo con mi vida
los pecados que ya me lavó Cristo?


Lina Storni

4 diciembre 2023

 

Triste y angustiado soneto..
Un gusto leerte.

 

La misma desdicha existencialista en la que la vida, que presenta la absolutez de su absurdidad ante la falta de una plenitud romántica que le diera sentido, hace sentir los clavos del castigo en este soneto, como si fuera la ausencia del éros la que nos brinda el apogeo del thánatos.

Un placer leerte, compañera Lina.

Salud y un abrazo.