Soneto VI

Vosotras, confín de agua en que bogareis
en el ímpetu de una vida estática;
que vigiláis distantes en el Ática,
sois destino de mil naves que arfareis.

Vosotras, prisioneras de los soles,
sois del vacío presas perezosas,
sierpes del río, hiedras venenosas;
vuestro seno, alimento de ababoles.

Sois ingratas arpías de los mares,
ánimas que vuestras masas limitan,
llegando a contemplar el trono de Ares

vuestras brechas que a dos ojos imitan.
¡Abrevad con las olas sus pesares,
o arrojad a los seres que os visitan!