Soneto

He llorado, he gemido, me fundía,
el pecho se tornaba transparente,
mi cuerpo se bañaba en limpia fuente:
en la fontana que me consumía...

Estando bondadoso bendecía
las negruras habidas, y en mi frente
caricias de sosiego dulcemente,
enterrada entre piedras las ponía.

Me surgían los ayes dolorosos,
las ramas agitáronme los sueños,
esparciendo de rosas los caminos...

Miré las hojas mustias, los hermosos
olores ya se fueron, que rirueños
envidia eran a los patios vecinos.

-salvador-

 

es un hermosos soneto que da gusto disfrutar de tu sentir y decir poético
abrazos y besos

 

un saludo cariñoso, po rtus palabras muy agradecido salvador