Sonetos de la locura VII

VII


alrededor de tu voz, rubia trigo,

el aire me susurra tan amante,

que para no herir el frágil instante,

callo, y con mi silencio te digo.


Alrededor de mi voz, tu mirada

se me enreda tan cálida en el alma,

que para no herir el instante, calma

suplico a mis deseos en desbandada.


Alrededor de los dos, todo el resto

se me antoja frugal, vacío y difuso.

sólo el frágil instante de tu pelo


enredado en mi mano, lleva presto

mil sueños a mi corazón confuso.

¡sueños de que despierten recelo!​

 

Un soneto bello y fino que habla del amor y ha sido un grato leer. Mi saludo cordial.

 

Creo que ya te han dicho algo así en otro comentario, pero lo que abunda no sobra: para darle un buen ritmo a los endecasílabos debe tenerse en cuenta la ubicación de los acentos dentro del verso, por eso nuestra versificación se llama sílabo-tónica. Salvo que tuvieras un oído privilegiado, que al parecer no lo tienes, tus versos resultarán discordantes si no prestas atención a este asunto.

abrazo
Jorge