Soul.

La sombra de aquellos días de finales de año se hacen cada vez más y más presentes en cada madrugada de nostalgia pura. En aquellas épocas inclusive de inicio en donde todo marchaba con plena felicidad. Donde tú rogabas compañía y tu felicidad ante mi presencia en tus días siempre se hacía notar, donde pasábamos más tiempo juntos de lo esperado, en donde todo era más bello, donde todo era fluido y los problemas carecían.

Demasiado triste es ver la situación actual y un desgarro interno he de presenciar al leer aquellas palabras suyas, de total destrucción. Menciona superar, soltar, dejar... Me he de cuestionar un sin fin de ocasiones cómo es que ha de hacerle, todo parece más fácil y es que una aquí simplemente no ha de poder. Y he de lamentar de manera inmensa, el no poder ser capaz de soltar su mano, el no tener aquél valor suficiente de poder decir un "Adiós". Y es que aquí entre nos; No he de querer hacerlo jamás. ¿Cómo es que un ser humano puede simplemente soltar a la persona que ha de amar? Es algo que vengo cuestionándome cierto tiempo atrás.

Cuando uno ama, lo que menos ha de querer es dejar. Cuando uno ama, lo que más ha de querer es tener a aquél presente todo el tiempo posible, que le alegre el día con su presencia, con sus pláticas, con solo estar ahí.

He de expresar todo el sentir en éstos escritos, he de querer soltar absolutamente todo lo interior en palabrería, en versos, en párrafos, en gritos, en canciones, en dibujos, en todos los medios existentes. El dolor consume, el dolor mata, el dolor desgarra. Y es que una despedida, escuchar un "Hasta aquí" nunca es fácil de conllevar. Nunca es fácil de asimilar, siquiera he de aceptar.

¿Cómo he de poder decir adiós? ¿Cómo he de poder dejar de amarle? Cuando hoy día, tiene todo de mi persona. Y me encuentro enamorada de aquél, hasta la última célula. Muchas veces me he puesto a pensar en ello, y es que a éstas alturas, dudo mucho poder dejar de hacerlo.

A pesar de todas las cosas, mi elección es él. Siempre, siempre será él.