Soy inquebrantable

Yo quería vivir en un palacio azul, hasta que descubrí mi cabaña de paja.
Me convertí en el vacío que ronda por las noches,
en la almohada de la ciudad ruidosa, el eco de sus pasos, de sus marchas.
Soy la nota elegida y asonante de un pentagrama repleto.

Soy el hambre y el castigo, ese que apacigua la luna.
El que calla los gritos más furiosos y amables.
Soy tu búsqueda constante, la verdad erguida en piel y huesos.
Soy la ausencia de tu fe, el proscrito sonriente.

Soy el sol del vampiro
un instante de dolor y placer.
Soy tu tiempo, soy tu espacio.
Soy el hombre delgado que arrebata la dicha de tus viernes.

Soy el invierno de todas las palabras que han visto tu iris:
el barro negro de una nieve celosa y reprimida,
soy la espada en la piedra, el dragón de tus cuevas torpes
soy lo que soy, soy inquebrantable.


Dime lo que quieres y te daré la espalda.
Muéstrame lo que sabes, lo que disfrutas y te besare las manos.
Dame paz y te daré calma, toca mis hombros y callare mis sonidos.
Dime quien eres y serás recompensada.

Dame amor y guerra
y olvidare el asfalto y la piedra,
dame tiempo y espacio y sabrás quien soy.

Soy el tres punto catorce dieciséis,
soy el viento en tu ventana,
soy mi carne y tus alas,

Soy de fe,
soy inquebrantable.



Tetsúo