Soy

En mi geografía se desviste la furia del viento,
calma de lago estéril en la noche,
luna inmóvil con las pestañas alzadas.

Roban los pájaros al neón su río de luz,
fuentes sonoras que a tus ojos llegan como un alba,
como el murmullo de una flor,
como el espectro de los bosques que palpita ante la sombra.

Columnas sin piel, hueso puro de siglos,
arcos sin parteluz, puertas de óxido y haya,
el oro y un cáliz, las capillas que ya no duermen
agitadas por los cuerpos que miran
como si mirar fuera lo mismo que entender.

Soy la nube herida por el sol,
soy la lluvia que forma un charco invisible,
soy el círculo que se abre como un abanico,
soy el sendero que pisan tus sandalias,
la lágrima del mar, el suspiro del volcán,
el musgo que humedece tu sed.

Soy lo que no ves y te ve, soy la semejanza de una mimesis,
el frío invierno a tus cuarenta grados de desprecio,
soy la crin pegada a tu testuz, la cal de una casa
que has pintado de negro y ya no visitas.

Soy el olvido con un traje de adiós.

 

Suelo decir que el olvido es una utopía. No olvidamos, solamente recordamos sin que afecte, pero tiene que pasar mucho tiempo y todo un proceso de cicatrización de heridas. Incluso a veces siguen abiertas.
Tu vocabulario es realmente exquisito, reflexivo. Se resume en arte.
Un abrazo con admiración.

 

Creo es la primera vez que leo uno de tus poemas. Quedé impresionado. Hermoso, tiene mucho talento.
saludos.!

 

Hay cosas que no se olvidan porque son hechos cruciales de tu vida, venturosos o tristes, que la han marcado. Gracias, Cecy, por la lectura y el interesante comentario. Un abrazo.