....Still hurts (Todavia duele)

Buenas tardes,

Hace un tiempo que me gusta escribir...sobretodo escribo en los picos mas altos o las caídas mas bajas de mis sentimientos.

Hace poco, después de una noche de copas, entre amigos, decidí confesar, que a veces escribía poesia... ellos no sabían nada...esperando alguna risa burlona...alguien me animó a leer algo...obviamente dije que no estaba preparada, pero él me animó a publicar, de alguna manera, algunos de mis versos.

No espero reconocimiento, solo quiero compartirlo...pronto daré un paso mas...pero hasta entonces espero deleitar con estas palabras.

…Agrio olor emanaba tus manos
después de horas recorriendo las calles de Barcelona.
Tu pelo volvía revuelto y desmarañado,
pues el viento entraba por la ventana de tu cotidiano vagón.
Ese vagón que se volvió parte de nuestras vidas.
Todos creen que son iguales,
todos creen que recorren al mismo ritmo
pero yo sólo puedo entristecerme al recordar
lo que tu llamabas el peor de los castigos.
La forma que tenias de buscar cobijo en mis brazos
cuando tu barba buscaba incansable
el fino tacto de mis mejillas sonrojadas
al ver tus ojos apagados, consumidos y debilitados.
Sentir tu miedo, sentir que llorabas en silencio.


Te echo de menos…lo reconozco, te echo de menos.


Cada una de las sonrisas que me regalabas
hacían de mi, un ser más grande y fuerte.
…y de repente, me agarrabas como si fuera
tu último respiro, tu única salida.
En ocasiones tu desesperación nos permitia
disfrutar de cortas pero intensas noches.
Ebrios de amor y alcohol,
Deambulábamos por la más bella ciudad,
ciudad que quisimos que fuera testigo
de nuestro encuentro y nuestro despido.
Volver a casa con la única intención
de abrazarnos toda la noche
para olvidar el dolor y el sufrimiento
que estaba rompiéndonos por dentro.


Me duele el alma…lo reconozco, me duele el alma.


Nunca sabré si hice lo suficiente,
si mis brazos te envolvían tan fuerte
como tu necesitabas.
Quiero conservar tu mirada
pero no la triste y melancólica mirada,
quiero quedarme con la dulzura que me mirabas
desde la cama o cuando me despedía y bromeaba.
Te alejaste agotado,
te fuiste rendido, culminado
por la peor de tus batallas…
y yo, inmóvil, inerte
sin soltar respiración
cerré los ojos
y mi cuerpo desvaneció
hasta caer desplomado
por una fuerza incontrolable
y desmesurada…
Ya nada podíamos hacer,
tan sólo abrazarnos.
por última vez.

​

The gaze of Mona Lisa​

 

Bienvenida a esta casa de letras, me ha gustado mucho disfrutar de tu poesía, encantadora forma de plasmar tus sentimientos. Un placer recibirla. Un saludo