Su feudo

Su feudo

Si no fuera por ellas, si no fuera
por su forma de hacer filosofía
con el deseo atado a su bandera
ondeando al final de noche y día.

Si pudiera, si ella quisiera darme
todo aquello que quiero y no me importa;
si todo lo que a mi ya me reporta
ganar en el amor y encomendarme.

Encomendado al ser de saber todo
lo que cantan alegres piedra y lodo
en esta maravilla del sentido.

Dios mío eres el príncipe del vuelo
con que mujeres muestran mi desvelo
en cada gesto en que ya estoy perdido.