Sueño sin nombre

Quisiera encontrar una poetisa que la tinta de su pluma
Sea un rezo mío respondido en verso con una caricia y beso,
Que sea dueña de mis acordes y la razón de mis eternas tardes.

De día veremos las nubes y soñaremos despiertos,

Buscando figuras entre ellas encontraremos nuestro futuro.
En las noches cantaremos junto al viento y los grillos que somos un par de loquillos.
Nos perderemos entre las estrellas y le jugaremos bromas al padre tiempo,
Que nos observa desde su templo,
Escondiéndonos tras la luna, quiero repetir esta aventura mientras la vida nos dura
Que sea mi virus que sea mi cura.

Empujara mis sentidos más allá de la cordura y me haga vivir felicidad en locura.
Que de un campo de flores lleve la fragancia con su belleza y arrogancia.
Y cuando tenga frio que me abrigue en su cabello negro y sedoso,
Y cuando miedo sienta que me guarde entre sus pechos
Para darme calma mientras cuida de mi alma.

Le intercambiare las melodías de mi guitarra por la voz de su garganta,
Su fragilidad por el filo y agilidad de mi espada para protegerle.
Esto no es nada más que un sueño cuyo dueño aún no tiene nombre.
Un simple sueño que no tiene nombre.
¿Quizá podría ser el tuyo?​