1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Sueño y Rostro

Tema en 'Poemas Melancólicos (Tristes)' comenzado por Rengy, 14 de Octubre de 2012. Respuestas: 0 | Visitas: 278

  1. Rengy

    Rengy Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    23 de Agosto de 2009
    Mensajes:
    5
    Me gusta recibidos:
    0

    Cuchara en la copa, eco angustiante, martillo en mis oídos He mirado temporalmente el silencio embotellado. Obeso silencio sobre pieles que… suelen plasmar mi tiempo.
    ¿Por qué esto? ¿Qué te quita el placer de tocarme, por caminar, coger la copa Y con fuerza ambigua quebrarla frente a mis descalzos movimientos eternos? Pues sí. Sobre lo eterno.
    Me decepciona tu desequilibrada y absurda interrupción por lo que crees que está bien, pero me anima a estar mal.
    Pero…
    Es el suave roce de tu mano. Silencio astuto, la que vuelves a colocar sobre mi mejilla. ¿Aterrizarías vuestro cuerpo femenino, empujándome hacia lo eterno y con tus pechos mis ojos cerrar?
    El sueño
    Recuerdo este lugar. He caminado tantas veces por estas inmundas calles. Es el recuerdo vago de un destino sin importancia. ¿Mi cuidad? Mi escaso apego.
    Entre el tiempo delator y la rugosa sensualidad del silencio. He llegado a pensar que no estoy en la vida que tanto he despreciado. Segregadas imágenes de un arduo trabajo. Porque este lugar existe. He caminado tantas veces por estas inmundas calles.
    Vanidoso cielo azafranado de un eclipse infinito. Tu dominio es precoz sobre mi necio asombro. No eres tú pero… Prevalece un titubeo más allá de ciertos pasos.
    Estructura familiar de algún conocido, o de por quien bombea mi pecho. Algún amor.
    He imaginado…
    Nubes del atardecer reflejadas en aquella casa. Sueños complejos de una realidad inventada. Conozco mi último desvelo y también sé donde estoy.
    Podría fantasear con aquel desmesurado amor, si realmente lo quisiera. Claro que sí, soy lo bastante débil para no aceptarlo.
    Tengo un vicio por tu cuerpo, pero solo eres un dibujo de una silueta abstracta. Estoy tan afligido. Me limito a recordarte, pero soy muy bueno sombreando rostros. Eso puedo ver. Me mantiene atónico de palabras secas, como alguna vez fue.
    Dos pétalos tejidos capturan gritos, y los altera en un adicto sonido sobre la más bella historia contada. Tú sonrisa. Alma tachada sobre cristales flojos. Mirada condenada sujeta a mi expresión enamorada.
    ¿A quien le puedo decir? Que te he visto en un sueño lúcido. Que me has sonreído y que puedo transformar la misma eternidad dormida, porque soy apto a crear vidas.
    ¿A quien le puedo decir?
    Hay errantes bailando a mi costado. Oportuno momento del viento que tira de mis cabellos, más aun de esas olas negras, que cubren los cristales y los pétalos, que se mueven a lo mas infinito. Donde el silencio es cobarde a estar.
    ¡Allá! Juventud exquisita, se encuentra la persona que tanto he amado. La flor que nunca he podido rasgar de la tierra y el ave que nunca he podido presenciar.
    Voltear fue lo indicado para despreciar mi alegría, porque ella ya no estaba allí. Mi voz encadenada tartamudeaba depresiva, entre lo burlesco, hacia mi insensatez.
    Y ellos corrieron pensando que en mi propio eterno, fui débil e ingenuo. Al momento absurdo en donde un túnel de anaranjadas hojas, me cubrió rechazado de aquel cielo de atardeceres.
     
    #1
    Última modificación: 14 de Octubre de 2012

Comparte esta página