Sueño

Duerme mi pueblo en brazos ajenos.​

¿ Y cómo no hacerlo ?
Entregado al hambre ancestral de los afectos
, a esa honestidad arcana con aroma de abuelos,
a esa vergüenza incapaz de sacar el pan de la boca del obrero ,
al recuerdo de una humanidad salvada
donde una conciencia limpia de sol
trasmontaba las sombras de honores pasajeros.​

Su alma moldeada con manos mezquinas ,​

aprendió a enriquecerse desde adentro,
entendiendo que la abundancia
no es una virtud o un defecto
pero esconde la falsa idea de
sentirnos eternos frente al tiempo.
Lo valioso es tender la mano
a quienes naufragaron en sus sueños​

¿Cómo entonces no sucumbir a la tentación,​

de creer en la hermandad sin recelos
donde en las caídas , no han de faltar compañeros?​

¿Como dejar de esperar ?​

¡Y pensar que no habrá patriadas!
¡Que no habrá nadie en este triste solaz
capaz de librarnos en la estacada!​

¿Como no entregarse a carroñeros?​

Que con embustes apuestan a ganar con nuestros yerros.
El gran error fue no claudicar en los intentos :
luchar , sangrar , llorar , persistir
antes de creer que la felicidad
es solo posible en los cuentos.​

Hermosa ingenuidad la de mi pueblo.​

Me uno a su incansable vuelo
a su búsqueda irrefrenable
de encontrar en el muladar de la indiferencia
algún motivo para ser bueno ,
alguna excusa que me ayude a olvidar
y seguir creyendo , aun sin verlo
a ensanchar mi corazón de par en par​

y creer que todavía hay senderos.
Que a pesar de tanto lluvia​

el fuego aun arde bajo fríos tizones lisonjeros.​

Seguiremos soñando , ​

yo y mi pueblo​

​

 

El pueblo tiene memoria de elefante, la que se hace más palpable cuando se producen rupturas, además de un hambre permanente que el estado mantiene a raya. Saludos cordiales, Jorge.

 

Así es .Un gran abrazo