Suplicio

Sufriendo inmensamente yo me encuentro,
sintiendo lo indecible por tu amor,
callando mi agonía con tristeza,
llorando acongojado este dolor.
Las lágrimas que brotan de los ojos,
son ayes que lastiman la existencia,
son ecos de mil gritos de amargura,
que salen de mi pobre corazón.
El alma atribulada por la pena,
recibe mansamente los pesares,
que hirientes van matando poco a poco,
las ansias de tenerte entre mis brazos.
El suplicio que brinda un triste adiós,
va forjando su hogar aquí en el pecho,
que impotente soporta la inclemencia,
doliente y lacerante del despecho.
Mis ojos se concentran en la nada,
con miradas perdidas en las sombras,
[SIZE=4]las manos se entrelazan derrotadas,[/SIZE]
[I][SIZE=4]mientras busco fingir, serenidad.[/SIZE][/I]

 

Tristes líneas Dante.

Gracias por compartirlas.