suspiro y vomito

suspiro y como sol
revivo por el ocaso en plutón
y camino por la pared gris
fría y frío los monitos de escarcha
los soldaditos de plástico
...me llaman a la guerra del amor
ya no quiero amor
lo perdí de la periferia
y el ingrato se escapo entre la feria
que más da
ya no compro el pan
porque viene con cucharachas incrustadas
insalubre su levadura que preparan
si el panadero lo veo aspirando neoprén
y a su mujer en la esquina esperando no se qué
sí, claro, la fotografía de espanto es mucho más tétrica
que un humano declarando su amor
ante los jueces de la mente enajenada
eufórica en la cabeza revuelta de basura
de importancia en el miedo inyectado a las venas
venas abiertas dejo pasar
a la tierra mejor mi sangre
a los árboles que suspiran todos los días
los saludo y me contestan con su extremidades amputadas
por los verdugos y cirujanos del pavimento
por los caballeros en trajes de terno
muy elegantes y muy rebalsados en perfumes de animales
que siga el güebeo del circo
la embriaguez retambaliante
se fija en el punto exacto de frases sin cantante
de poemas sin poeta
y de poemas sin musa
de élla en un pendulo entre miedo y amor
de los perros vagos mirando con cara de pena
por un trozo de comida
viviendo su propia libertad en la calle asesina
como un perro soy
comiendo pan duro y sobras del almuerzo
todavía ni sabiendo en donde estoy en el mapa
pero mejor no subir ni bajar
ni a la izquierda ni a la derecha
ni avanzar pero tampoco retroceder
porque eso es irreversible
por eso los campos etéreos me ponen vigas de ripio y acero
por eso el tiempo me apreta mis testículos
y me hace perder toda mi descendencia
en derrames seminales y cerebrales
en la crudrez del patito feo
o en la locura de nietzche en un invierno
claro en mi cordura
si esque todavía la riego...
hay sequía y tormenta
me muero de frío y ahogo
por la lluvia y los truenos
me seco y rostizo
con un sol aumentado por lupa
directo a mi corazón
con un hambre abominable
de destruir el pensamiento y el herdor