Talón de Aquiles

¿Conque matarme pretendes?
Guarda entonces el cuchillo
de oscuro y siniestro brillo:
con él nada me sorprendes,
nada la salud me ofendes.
¿Esas veintisiete letras
que me defienden cual cetras
por el contrario contemplas?
Borrándolas, mi alma tiemplas
y mi escudo y ser penetras.​

 

Estimado Littera:

¿Quién ha borrado tu abecedario?... ¿Porqué tantas asonancias juntas en los últimos cinco versos? ¡Excelente décima, Campeón! Salvo por el detalle antes citado. ya sabes cuán indeseables son las
asonancias en versos contiguos.

Un abrazo, poeta.

Elhi

 

Cierto: ahora que observo con detenimiento la décima, es efectivamente la segunda parte de esta una marisma de asonancias bien fácilmente evitables, de otro lado. ¡Ja, ja, ja! Bueno… Estos son los riesgos a que uno se enfrenta cuando escribe (como cuando ama) cegado de emoción, supongo.