Tarde de diciembre.

Nunca vi un cielo tan gris,
manchado de palabras rojas
como el de esta época,
en el que se marcha lo antiguo.

Las nubes, parcialmente cubren
una que otra hoja de los grises arboles,
puesto que hay luz, muy tenue a la mirada,
y la lluvia tienta de cuando en vez.

El viento juega con el humo de mi cigarrillo,
opaca mi mirada con arpejeos en mis pupilas
enfrían al mismo ritmo o tal vez mas lento
el néctar dorado de mi patria que sostengo.

Se marcha la luz y todo lo artificial consigo
vuelve como retando a lo natural, a la guerra
que guarda mi patria el día con día
retando a la historia, puesto que no es mas que recuerdos.

Mis dedos se congelan junto a mi pluma
cincelando profundamente un papel
y descargando en letras el paisaje
de este frío diciembre, el de mi recuerdo.

 

genial, el frio la lluvias los grises, melancolia pura en estado de poesia, me gusto mucho su texto, saludos y hasta luego