Tarde de siesta

Con la cara
desgarrada,
con los pies
cegados,
los zapatos
vueltos
y las manos
tiesas,
tendido
como un muerto
me cae la tarde
por la vidriera
casi nublando
el entretiempo.

Boca arriba
el corazón
se me ha vuelto
un músculo
parapléjico
esperando
la muerte
y cansado
de que no me alcance.

Soy un recuerdo
de mí
cuando te viví,
una mala copia
que te
sobrevive.

¡¡¡ ABRID
LAS VENTANAS ¡!!
…quiero
respirar
el agua,
saborear
las hojas
que desmenuzan
el cielo,
el cielo cubierto
como la vida,
como la vida
que te viví
y que se ha vuelto
esta mala copia
que te sobrevive
y no me alcanza
para morir…

 

Cautivan sus letras poeta.
Me llevo todo el poema en la cociencia.

Abrazos tricolor,

 

la copia suena a nostalgia, a búsqueda y deseos de abrir las alas, bellas letras poeta, un saludo y estrellas!