Tarde

Tarde

Te vi el otro día y creo saber bien que eras tú, porque como siempre andabas con tu mochila rota en el hombro y tu cara de “niña mujer” media dormida con cara de tristeza pero con sonrisa alegre, con pelo desordenado que parecía un peinado de los años 60 (muy tu estilo, debo decir) y como acostumbro a meditar cuando te veo pasar…Y es que sabes lo casual en ti es lo más elaborado que se pude contemplar, ya que tu simple belleza vence todos mis prototipos de mujer perfecta o de mujer modelo, porque en lo simple se encuentra lo bello y en tu encanto se vislumbra el arte de lo hermoso, en la cúspide de lo soñado por cualquier hombre, de cualquier lugar de este frío planeta y aun fuera de este, porque tu belleza no tiene medida, ni magnitudes, sobrepasa a cualquier adjetivo que se pueda atribuir para describir tu hermosura, solo eres bella, simplemente bella y punto.Sin embargo debo agregar, que en ti se encuentran los atributos inimaginables por el ser humano, donde lo físico y lo psicológico se besan y de ese beso nace tu perfecto ser, que es deseable para cualquier buen observador en donde yo soy el primero, donde encuentro el placer más grande de mi vida y me regocijo en ello, que es el verte caminar con tu mochila y tú sonrisa feliz en esa cara de “niña mujer” triste.

 

Una ensoñación que traspasa la frontera de esta tierra y que luego vuelve y se cobija en esa mochila y en la placentera visión de quien la porta. Saludos cordiales para ti señorita.