Te amo, Andrea...

Hace ya años que lo tengo, en lo más profundo, una maldita obsesión y enfermedad, que creo, será la gripe más pura y hermosa que he tenido en mi vida...
Es amar a la compañera de mi juventud, de mi común y muy tierna juventud, que ahora tiene contacto con la sociedad y se ve perturbada, mi juventud muta a una adulterada rebeldía, como si peleara, por no madurar...
Todo debido a tu pequeña sonrisa, pequeños y delicados labios, que en el frío se rompen y te duelen, justo como me siento en este momento, por no tener, blues, así se decía, en un mundo angloparlante lleno de poesía callejera y drogas, donde la gente estaba confundida...
Todo debido a tu hermoso cuerpo que provocas la envidia de toda mujer ya desarrollada, oh, mi amor, que justicia que nadie te toque, darling please, ámame como yo siempre hago, te veo a los ojos y mi cara de niño todavía no sabe definir lo bello de tu rostro, una simetría arquitectónica perfecta, una obra de arte biológica, un tono de color de piel, un tono de color de tus ojos y ese cabello, ni lacio ni rizado que me fascina.
Aun estés sin maquillar, aun estés sin bañar, te amo, te amo y te amo, aun estés con lagrimas, creyendo que el mundo esta a tus pies, te amo...
Aun pienses que el mundo en el que vives es uno bueno, te amo, y seré de capaz de vivir en donde sea por ti, que no se te olvide nunca...
Y te vas de viaje a un mundo lleno de redes e información que te pasará por delante, una etapa filosófica que nunca será etapa y que no se sabe filosófica, sino poética, la información roza la estupidez e idiosincrasia banal.
Mi amor aun así, te amaré...