Te colgué en el cielo

Te colgué en cielo para demostrar
Que dos se pueden amar
de tejado en tejado.
Me importa poco las manos que quieras bordar
Con saliva, betún o azafrán
y un trozo de hilo quebrado.
Me tumbo tranquilo, no tengo ganas de andar
Sea dicha ya la verdad…
me encuentro agotado.
Y No busques razones pues solo vas a encontrar
Hiedra queriendo abarcar
mi corazón alicatado.

Busco con fervor baldosas que están por pisar
O huellas tratando de hablar
para mostrarme el camino.
Y sigo adelante no miro nunca ya para atrás
Ni dejo migas de pan
Pues soy yo el que te sigo.

Mientras dura el sendero intento encontrar
Calor en tu estela al pasar
Para calentarme los huesos.
Enciendo candelas ahora para celebrar
Que la noche se va acabar
Y con ella tus besos.
Antes que acabe me voy a tragar
Cucharadas de eternidad
Que van manando tus gestos.
Y me vuelvo a casa intentando olvidar
Que a un perro le da por ladrar
Y le sirves de mi comedero.
¡Pues no me da la gana poderme encontrar!
¡Esta noche al volverte a besar
en tu boca otro caramelo!
Ni subir al tejado y tener que alisar
¡E incluso quizás estirar!
¡las arrugas de nuestro vivero!​

 

Precioso poema, admirable creación muy bella y hermosa, magnífico.

 

Gracias maestro! siempre es un placer ver sus comentarios. Un saludo!