Te dejan solo.

Te dejan solo.
Como pájaro volando al universo.

Un día
esperas y vuelves a esperar y vuelves a

Nuez salvadora.
Cáscara, que salte de tus dedos
los sentidos

pero nada.
Solo.
Solo y miserable.

Te preguntas:
¿Por qué?
Pero el dolor come más
¡Uf!
Más que cualquier respuesta.
No quieres respuesta s
¡Al carajo con ellas!
Quieres
que algo limpie.
Alguien, algo,
el ácido devorador
que te vacía la entraña.

Te dejan solo y miras.
A ver si existe un “hasta aquí”.
Así sea degollando tus días
noches de desvelo.


César Guevar. Septiembre y desvelo diurno, 2014.

 

tan, pero tan cierto, que nada se puede objetar, saludos

 

Con un saludo. Gracias por compartir sus impresiones. En tanto pase, no estaremos tan solos al fin y al cabo. E igualmente, cuando necesite objetarme algo, hágalo con confianza. Somos compañeros de ruta por los caminos de la Poesía.

 

saludos, un placer leer este tema donde hablas de algo muy inquietante, lo he disfrutado con mi vista, mente y sentidos, Dios te bendiga

¿Cuantas manos señalan
a tus pies si se resbalan?
¿Cuantas manos se esconden
si ayuda clamas?
No las olvides, porque
esas mismas manos serán…
Las primeras que te estiren
cuando te vean volar.(El Más Tonto No Es Menos Inteligente)

 

Gracias, compa. Me alegra que lo haya disfrutado. Saludos.

 

claro que lo disfrute, una verdad triste que muchos hemos pasado, saludos

Dios te bendiga

 

Me encanta este poema mi señor César.............la estrofa señalada me llamó la atención...........hay un climax aquí que encierra muy bien el escrito........es como una cima en otra cima..........es rabia y a la vez es desesperación............¡Qué bello fue leer este poema enorme que ha escrito!...................besos silenciosos.............Clari

 

No había reparado en tu bendición, compa. Gracias. Y también por la reputación y por venir de nuevo. Un abrazo, hermano.

 

Una cima en otra cima. Clímax de soledades vertidas en un poema. Un día de estos le cuento las circunstancias bajo las que escribí ese poema. Pero no he sido totalmente justo. Sí, te dejan solo, pero aparece gente como usted, como quienes deciden dejar una palabra en estas líneas, y uno debe saber que que tuvo y tiene compañía... Almas que alumbran la estancia.
Un poeta vino dos veces y me dejó dos bendiciones, con el permiso de él yo le mando a usted una. No estamos, no, tan solos. Así que no estemos solos.

 

Una cima en otra cima. Clímax de soledades vertidas en un poema. Un día de estos le cuento las circunstancias bajo las que escribí ese poema. Pero no he sido totalmente justo. Sí, te dejan solo, pero aparece gente como usted, como quienes deciden dejar una palabra en estas líneas, y uno debe saber que que tuvo y tiene compañía... Almas que alumbran la estancia.
Un poeta vino dos veces y me dejó dos bendiciones, con el permiso de él yo le mando a usted una. No estamos, no, tan solos. Así que no estemos solos.