Te quisiera en toda estación que no fuera el otoño

Te quisiera a mi lado y en el aire

que juega en mis bolsillos con las llaves de las puertas,

abriendo primaveras

cada noche de encuentros

desnuda de sus sombras.


Te quisiera en mi cartera

que guarda tus tesoros,

en la memoria compartida

de latidos en mi pecho,

en el guante que sabe de los tactos

y de las ausencias,

en la ventana que colecciona huellas

de todos los adentros hacia fuera,

de los calores blancos del invierno,

de las hojas que cubren con sus verdes

el lecho de una playa.


Te quisiera en el terrón de azúcar

del café de la mañana,

en las largas sobremesas del verano

con cortinas desplegadas,

velas de mares sin fondo

todo orillas.


Te quisiera en la punta de mis dedos

cuando escribo:

que tu voz mueve montañas

y me deja,

en esta tierra mejorada en curvas,

sin ninguna espina para amarte.​

 

Estar en la punto de los dedos del poeta es ser eterno porque sus letras quedarán aun cuando no estemos. Maravilloso poema, en cada instante importante estar en la vida del ser amado. Creo que los primeros versos es donde se ecuentra el ser completo de la presona amada.

Besos olor a jazmínes

 

En cualquier estación es posible el amor, porque es resurgir como la primavera, es ardiente pasión como el verano, es recogimiento y conocimiento como el invierno y el otoño quizás menos porque no debe ser caída o perdida, aunque sí despojarse de lo viejo e inútil.
Gracias amor por tu comentario siempre tan necesario. Besos y siempre más.

 

Es un gusto para mi que este poema pueda servirte de inspiración. Gracias y abrazos afectuosos.

 

Un hermosos poema pleno de anhelos y de bellas imágenes Chema,
placer inmenso pasar por tus románticos versos. Gracias por tu ameno
compartir. Besitos cariñosos apretados en tus mejillas.