Te tengo vivo encanto, en tu revés de oro

al instante en que creiste darme vida
​

Te tengo vivo encanto
en tu revés de oro,

sembrando el brillo,
sin pensar,
de cielo en sed,
sin parar,
contando auroras por doquier,
en mi cristal.


giras en silencio sobre ti,
encanto,
encerrando al viento calmo
en su fragor de luz,
perdido en gris perpetuo vas,
mil veces gris,
gris,
lanzando el viento al sol
en su carmín,

admira,
admira ahora,
el borde de este abismo en su rubor,
que acuña lentamente su marea,
en cielo,


surge,
surge y canta de una vez en tu caída
¡gorrión en llamas!
canta el imperio de tu encanto al viento,
desde tu crin de luz,

deshoja lentamente
al sol en sed,
¡en sed!
por tu tener en cielo,
por tu tener en yugo,
desde tu Dios perdido,
desde el querer.

Sí,
me tienes vivo en canto,
girando en brillo gris,
en tu revés de plata.

​

 

Un gotismo que lanza brillos de grises y otros tonos para esconder su misterio. Un saludo cordial.

 

Hermosos versos envueltos en melancolía.
Fue un placer recorrer tus líneas y dejarte en ellas,
un fuerte abrazo!!

 

El río Habren dijo una vez al mundo desde su orilla en sol:

El Dios es siempre el mismo, es el hijo que cambia.

Todo el misterio está escrito aquí, mi poema solo gira alrededor de él.

¡Un abrazo Rigel!

 

fue un placer para mi regresar desde ti a ellas. ¡Un beso desde el Elba, Lobezna!

 

Sed de nostalgia... Un gusto leerte

 

detrás de toda nostalgia hay un entusiasmo que revolotea de un cristal en otro, hasta que encuentra aquel preciso, el del presente, única cura, primer y último cristal. Hay que estar listos para ese brillo, cuando todo esto sucede en la sorpresa inesperada.
¡Un abrazo Hate!

 

Hermosos versos con reminiscencias de clasicismo. Haces gala amigo en tu poema de un léxico rico y depurado. Me ha encantado leerte. Un abrazo.

 

Gracias, un abrazo igualmente.