Te vi en silencio...

Me dejaste ir un amanecer,
dejando el frío de la noche,
como mi única compañía

Te vi partir en silencio,
con lágrimas en mis ojos,
no por amarte…

Si no, darme cuenta,
que lo que me unía a ti,
había dejado de existir,
el miedo a elevar mis alas.

Emprender el vuelo,
a nuevos horizontes,
donde alguien podía estar
esperando mi llegada.

Hoy mis alas heridas,
toman fuerzas,
para llegar a mi destino.

Ese destino en el horizonte,
y en ese destino,
ya no estaras tu...




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Bello poema que nos recuerda que hay ciclos que aunque fueron muy gratificantes hay que terminar de cerrarlos.

 

Si Arnet,solo con cerrarlos, miras hacia adelante y respiras profundo, para seguir adelante,un abrazo a la distancia...Susy.