Te vi pasar.

Te vi pasar,
Y con disimulo
Volteaste los ojos
Hacia los ojos míos,
Fué sólo un instante,
¡Me dejaste mudo!
Hoy que lo recuerdo
Tan sólo sonrío.

Se ruborizaron
Tus pómulos blancos.
Tus labios de grana
Cual fresca manzana
¡Jugosa... aquiescente!,
Mostraron las perlas
Que se acomodaban
En su grácil lecho, ordenadamente.

Instintívamente
Bajé la mirada
Hacia el bello valle
De tu cuerpo ignoto,
Y en ese momento
En que te contemplaba,
¡Sentí el corazón
Volviéndose loco!



Me brotó del alma
Decirte: "adios Reina"
Y te detuviste;
Fué mas que un requiebro
Y así lo entendiste.
Por horas hablamos.

Hoy, tras muchos años,
-" ¡te quiero...!"me dices.

 

Un encuentro que trazó toda una vida, me ha gustado como lo has escrito amigo atando letras. Un abrazo. Paco.

 

El amor suele ser así, sorprendiéndonos de mil maneras y si , también dándonos impulso par hacer cosas que en otras circunstancias no haríamos, tan solo para nuevamente tomar por asalto nuestros sentidos y sentimientos en algún loco coincidir.
Enhorabuena. y que vayan muchos años más.

 

Gracias, amigo poeta, por premiar mis letras con las tuyas.
Junto a mi gratitud te mando un sincero abrazo.

 

Gracias, Don Paco. Muy gentil de tu parte.
Te envío un fuerte abrazo y un saludo de buenas noches.

 

En efecto así sucede alguna vez en la vida.
Gracias por tu gentil comentario.