Te volví a encontrar

Te volví a encontrar

Te volví a encontrar
Detrás de esa lágrima
Y la frase que costaba salir
Detrás del nudo amurallado
Y el bloque de granito
Que a través de los años
Se fue formando
Con palabras no dichas
Con caricias guardadas
Y besos truncos.
Allí estabas escondiéndote de mí
Jugando un juego peligroso
Del todo o nada
Y la nada es perderme
Perdernos para siempre
Esa lágrima oxidó la armadura
Que fue cayendo a pedacitos
Dejando a la vista
Tu hermosa persona
Te dejó sentir la piel al desnudo
Tu cuerpo volvió a vibrar
Con el mío
En mis entrañas encontró su casa
Su hogar
En mis manos el verdadero
Sentido de la ternura
En mis ojos el verdadero amor
Que no ha muerto
Y al no morir renace
Al no morir revive
Al no morir estalla
No me acordaba ya
De cuánto te amaba
Cuánto me hacías falta
Cuánto tenemos todavía por delante.

Cuando nuestras manos se llenen de pecas
Y lo más osado sea comparar nuestras arrugas
Sentados en la vereda
Y nos demos un abrazo
En el último suspiro

 

Muy bonito, me alegra que lo hayas encontrado. Besos poetisa..

 

¡Gracias Jany, un gusto conocerte! Besos también para vos.

 

Cuando las manos se llenen de pecas, exalará un suspiro, que no será el último,
si no el primero de una segunda etapa; te lo aseguro amiga Cecilia.
Lindo poema, un placer leerte, besos y un fuerte abrazo ecuatoriano.

 

Alitas L. me gusto mucho!!

 

Es un honor que me hayas leído, Ramipoeta. Gracias. Un beso de Argentina.

 

Gracias Majo, me va a gustar leerte. Un beso

 

El reencuentro es magico.

Gracias Alitas por compartir tu versar.

Saludos.

 

Fuiste lo único que perduró en él y eso es contundente. Al no morir revive, Al no morir estalla.
No te acordabas ya de cuánto se amaban