Te voy a dar lo tuyo...

-"Te voy a dar lo tuyo -me decía
desnudo el fanfarrón con ello enhiesto -;
si estás dispuesta tú, yo estoy dispuesto,
te voy a estremecer la anatomía...

resígnate en pelotas a ser mía
y ya no eches más números. Te apuesto
que no podrás volver a estar sin esto
desde hoy en adelante un sólo día..."

Convulsa en un "no quiero" que quería,
y en viendo aquel serrallo como erguía
sus fauces hacia mí, pensé: -"Detesto

ponerle los adornos a mi Ernesto,
pero esto rechazarlo, ¿quién podría,
ni a riesgo de montar un zapatiesto...?

 

¿Esto es lo que se llama una mujer de su casa?... y Ernesto pensando que iba a por avios de puchero.
Aunque si te paras a pensar, un buen nabo, da mucho juego.

Dicen, Ramón, que son preferibles los cuernos al colesterol, al menos se puede comer de todo.

Valiente cachondeo.

 

Totalmente de acuerdo, Manolo. Nada como estar bien comido para soportar los adornos. Pobre Ernesto...